“Con la edad, aumentan los conocimientos sobre lo desagradable de la vida”. Rafael Chirbes, EL CULTURAL.ES
Nº de páginas 440
Colección: Narrativa hispánica.
El hallazgo de un cadáver en el pantano de
Olba pone en marcha la narración. Su protagonista, Esteban, se ha visto
obligado a cerrar la carpintería de la que era dueño, dejando en el paro a los
que trabajaban para él. Mientras se encarga de cuidar a su padre, enfermo en
fase terminal, Esteban indaga en los motivos de una ruina que asume en su doble
papel de víctima y de verdugo, y entre cuyos escombros encontramos los valores
que han regido una sociedad, un mundo y un tiempo. La novela nos obliga a
mirar hacia ese espacio fangoso que siempre estuvo ahí, aunque durante años
nadie parecía estar dispuesto a asumirlo, a la vez lugar de uso y abismo donde
se han ocultado delitos y se han lavado conciencias privadas y públicas.
Heredero de la mejor tradición del realismo, el estilo de En la orilla se
sostiene por un lenguaje directo y un tono obsesivo que atrapa al lector desde
la primera línea volviéndolo cómplice.
Rafael
Chirbes (Tabernes de Valldigna, Valencia, 27 de junio de
1949) es un escritor y crítico literario español. Se dedicó a la crítica
literaria durante algún tiempo y posteriormente a otras actividades
periodísticas, como las reseñas gastronómicas (en la revista Sobremesa) y los
relatos de viajes.
Su primera novela, Mimoun (1988), quedó finalista del Premio
Herralde y su obra La larga marcha (1996) fue galardonada en
Alemania con el Premio SWR-Bestenliste. Con esta novela inició una trilogía
sobre la sociedad española que abarca desde la posguerra hasta la transición,
que se completa con La caída de Madrid (2000) y Los
viejos amigos (2003). Con Crematorio(2007), un retrato de
la especulación inmobiliaria, recibió el Premio Nacional de la Crítica y el V
Premio Dulce Chacón.
En la orilla:
Impactante
y crítica, retrata estos últimos años de la crisis económica y el impacto
decisivo en la vida de quienes la han sufrido. Aunque hay que señalar que
esta novela independiente y la consecuencia de una situación
concreta en la que vivimos inmerso desde hace unos años (algo que
tampoco sería criticable), sino un nuevo capítulo dentro de la trayectoria del
valenciano, encargada minuciosamente de adentrarse, y mostrar las miserias, en
todo un entramado de valores.
Su anterior trabajo
“Crematorio” contaba con el paisaje de fondo de los grandes y exuberantes pisos
que rompían la propia esencia del suelo en el que estaban edificados. Una
“lujosa” máscara que albergaba los más abyectos preceptos morales. Esta novela
fue señala a la televisión por canal+ cosechando
muy buenas críticas.
Ahora,
esa careta se ha desvanecido y han quedado a la vista desnudos esqueletos que
dejan al descubierto lo que albergaban bajo ellos. Un pantano, con todo el
valor simbólico que eso conlleva, que ocupa la localidad en la que transcurre
este nuevo relato, completa la vista panorámica.
Premios:
La novela En la Orilla, de
Rafael Chirbes, publicada en 2013 ha ido recogiendo poco a poco múltiples
premios:
Resumen
de En la orilla, de Rafael Chirbes:
La
novela comienza con una narración en tercera persona, a manera de introducción,
que describe el descubrimiento, por parte de Ahmed, un marroquí desempleado, de
restos humanos en un pantano de Olba, un pueblo imaginario ubicado en las
costas mediterráneas de la Comunidad Valenciana y que podría
ser el reflejo de cualquier pueblo de la zona.
Esto
podría hacernos pensar que se trata de una novela policiaca y que vamos a
entrar en la revelación de un misterio, nada más lejos, el cadáver es una
excusa, no vuelve a aparecer en la novela, pero no dejamos de pensar en él y lo
que es más desolador empezamos a intuir quién será la víctima.
E
iniciamos la lectura, lectura que NO es fácil, el resto del libro es narrado
casi en su totalidad en primera persona, en la voz de Esteban, que va contando
su vida y la de las personas que le son cercanas. Nativo de Olba, donde ha
pasado toda su existencia (salvo algunas escapadas a Londres, París e Ibiza, en
su juventud), acaba de cumplir 70 años; no se casó ni tuvo hijos, reside en la
casa paterna y está a cargo de su anciano padre, que padece demencia senil.
A
lo largo de En la orilla, Esteban nos describe a su familia: a
un padre introvertido e inexpresivo, combatiente del lado republicano durante
la guerra civil, por lo que luego debió cumplir varios años de cárcel; todo
ello lo convirtió en un ser amargado y retraído, condiciones reflejadas en el
trato a sus hijos y esposa, a quienes consideraba una carga.
Poco habla Esteban de su madre, de su
hermano mayor Germán (muerto de un cáncer de pulmón), o de su hermana Carmen,
que vive en Barcelona y no los visita; le dedica más a su hermano menor Juan,
un vividor que se mantiene de estafar a los incautos y que nunca logró obtener
un centavo de su padre. También habla de su tío Ramón, con quien tuvo más
contacto que con su padre.
Esteban regentaba la
carpintería que había sido de su abuelo y luego de su padre. Tomás Pedrós, un
constructor hasta entonces exitoso, lo convence para invertir todo el capital
familiar en una promoción de viviendas. Pero sobreviene la crisis, la
construcción se paraliza y Esteban lo pierde todo: los ahorros, la casa y la
carpintería.
Paralelamente, a lo largo de En la
orilla, de Rafael Chirbes, el protagonista nos cuenta la historia de
Francisco, su mejor amigo, y en el que podemos encontrar algún rasgo del propio
Chirbes, como él escribió en una revista gastronómica. Francisco proviene de
una familia de extrema derecha, que logra gran éxito como experto en
vinos. Francisco se casó con Leonor, el gran amor de Esteban y, pese a la
crisis, mantiene una excelente posición económica, al igual que otro amigo,
Justino, quien amasó su riqueza a cuenta de explotar inmigrantes.
Sin embargo, nos describe también las
tribulaciones de quienes han perdido el trabajo por causa de la crisis,
especialmente de Joaquín, quien con 3 hijos todavía pequeños carece de
profesión y oficio calificado (había sido barrendero y en la carpintería ejercía
de todo menos de carpintero); o de Liliana, una mujer colombiana que cuida de
la casa y del padre de Esteban hasta que este se ve obligado a prescindir de
sus servicios.
El
espacio.
Desde las aguas podridas del pantano ha
escrito Rafael Chirbes En la orilla, se
ha pasado estos seis últimos años plantado en el marjal, mirando y mirando, Al
pantano lo ha hecho protagonista y por sus aguas fangosas ha lanzado a un
coro de hombres y mujeres para que vivan
sus pobres vidas sórdidas y desoladas, al borde del desahucio. La novela es de
una densidad literaria y una carga simbólica apabullantes. Retumban las voces
desde el estercolero, y en ese patio trasero que teníamos olvidado todo son
sueños rotos.
Esta novela tiene el afán de, además de
que el pantano sirva como metáfora, ser una narración en la que estén
imbricados el pasado y el presente, la guerra y la posguerra, porque los
mecanismos por los que unos se enriquecieron siguen funcionando y todo es como
una pasta espesa y pringosa.
El trasfondo de En la orilla, de Rafael
Chirbes
Desolación. Tal
vez sea esta palabra lo que mejor define la descripción que Chirbes hace de la
España que ha quedado después de la crisis, una crisis que no sólo ha destrozado
la vida de millones de trabajadores y de pequeños y medianos empresarios
-aunque dejando a los poderosos indemnes, como trata de resaltar el novelista
en su retrato de Francisco y Justino, por ejemplo, o del propio Tomás Pedrós-
sino que ha hecho aflorar los más ruines sentimientos del ser humano. Chirbes
desnuda el alma de todos los protagonistas de En la orilla,
incluyendo la de Esteban, para dejar al descubierto sus debilidades, su
hipocresía, sus apetitos más bajos.
No obstante, a diferencia de su anterior
novela, Crematorio, en la que describe los inicios de la
debacle económica, el escritor parece eliminar cualquier resto de esperanza,
condenando a los personajes a una perdición o a una infelicidad eterna, que
luciría consustancial a la naturaleza humana, independientemente de la
situación económica. ¿Pesimismo extremo o simple realismo? Seguramente esta es
la pregunta fundamental que el autor desea que los lectores respondamos.
La técnica y el estilo de En la orilla, de
Rafael Chirbes
El
autor narra la novela casi totalmente en primera persona, con párrafos extensos
en los que eventualmente se cuela algún diálogo. Utiliza continuamente la analepsis, es decir, el salto al pasado, pero sin
un orden cronológico, empleando los recuerdos en la medida que son necesarios
para explicar la situación actual. Todo esto hace que la novela sea
profundamente intimista, que es tal vez su característica principal. Ello,
sin embargo, hace que sea más difícil captar la atención de lector.
Rafael Chirbes escribe
con un pulso narrativo envidiable, como si de una apisonadora se tratara avanza
implacable para conseguir sus fines. Todo ello bajo un fuerte tono realista,
que no esquiva la crudeza en muchas ocasiones, en el que se entrelaza tanto lo
descriptivo como lo reflexivo, y aunque predomine la voz del protagonista, se
intercalan también las de otros personajes.
“En la orilla” es un
libro extraordinario, de aquellos que pueden servir de resumen de toda una
época, que aunque se pueda pensar lo contrario no hace referencia únicamente a
los últimos años en los que la crisis ha mostrado su rostro más feroz, sino
todo lo que se había ocultado durante mucho tiempo. Por si eso fuera poco, la
obra es también una reflexión mucho más genérica sobre el racismo, la familia,
la ideología enfrentada a la vida o la frustración.
ENLACES DE INTERÉS:
"Porque,
dime, ¿trata sobre la corrupcion? No. ¿Sobre el crimen? No. ¿Sobre el suicidio?
No. ¿De sexo? Tampoco. Al final, insistirán: pero, estaban enamorados, o no'?
Pues yo qué sé, contestaré. Si lo supiera, lo hubiera dicho. La
literatura trata de la complejidad de la vida”.