Escritor de origen japonés aunque educado en Inglaterra, Kazuo Ishiguro
es sin lugar a dudas uno de los autores más respetados de las letras
inglesas. Nunca me abandones (2005) es, quizá junto con Los restos del día
(1989), su obra más elogiada, hasta el punto de haber sido considerada
por la revista Time como la mejor novela de la pasada década.
Novelas del autor:
Pálida luz en las colinas (A Pale View of Hills, 1982), trad. de Ángel Luis Hernández, publicada por Anagrama en 1994.
Un artista del mundo flotante (An Artist of the Floating World, 1986), trad. de Ángel Luis Hernández, publicada por Anagrama en 1994.
Lo que queda del día o Los restos del día (The Remains of the Day, 1989), trad. de Ángel Luis Hernández, publicada por Anagrama en 1992.
Los inconsolables (The Unconsoled, 1995), trad. de Jesús Zulaika, publicada por Anagrama en 1997.
Cuando fuimos huérfanos (When We Were Orphans, 2000), trad. de Jesús Zulaika, publicada por Anagrama en 2001.
Nunca me abandones (Never Let Me Go, 2005), trad. de Jesús Zulaika, publicada por Anagrama en 2005.
A primera vista, los jovencitos que estudian en el internado de Hailsham
son como cualquier otro grupo de adolescentes. Practican deportes, o
tienen clases de arte donde sus profesoras se dedican a estimular su
creativi-dad. Es un mundo hermético, donde los pupilos no tienen otro
contacto con el mundo exterior que Madame, como llaman a la mujer que
viene a llevarse las obras más interesantes de los adolescentes, quizá
para una galería de arte, o un museo. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos
en Hailsham y también fueron un triángulo amoroso. Y ahora, Kathy K. se
permite recordar cómo ella y sus amigos, sus amantes, descubrieron poco
a poco la verdad. El lector de esta espléndida novela, utopía gótica,
irá descubriendo que en Hailsham todo es una re-presentación donde los
jóvenes actores no saben que lo son, y tampoco saben que no son más que
el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.
En mi memoria, la vida en Hailsham se
divide en dos grandes épocas bien diferenciadas [...] Los primeros años [...]
tienden a desdibujarse y a superponerse en una especie de edad de oro, y cuando
pienso en ellos, incluso en las cosas que no fueron tan buenas, no puedo evitar
sentir como una fulguración dentro. Pero los últimos años los siento de una
forma diferente. No es que fueran exactamente infelices —tengo multitud de
recuerdos muy caros de aquel tiempo—, pero fueron mucho más serios, y, en
determinados aspectos, más sombríos.
Quien habla es Kathy
H., la voz que lleva la batuta narrativa en Nunca me abandones, esta obra destaca por la belleza y la elegancia con las
que Ishiguro nos acerca a la existencia de unos personajes condenados a un
futuro terrible y atroz, en lo que acaba siendo una metáfora sobre la fugacidad
de la vida y los mecanismos que la sociedad tiene para decidir el destino de
las personas sin que éstas puedan hacer nada para cambiarlo.
La novela se inicia
en Inglaterra,
finales de la década de 1990, tal y como apunta el autor al inicio del
libro presentándonos a la protagonista principal , “Mi nombre es Katy H. Tengo
treinta y un años y llevo más de once siendo cuidadora” a partir de aquí hará un recorrido nostálgico
por su vida y la de sus compañeros, el
recuerdo y el tono de nostalgia es a mí entender lo más interesante de la
historia que se nos cuenta.
ESTRUCTURA: La
historia tiene una estructura interna circular, el final es el principio y una estructura
externa dividida en tres partes: la primera parte que transcurre en el internado y nos
presenta la infancia de los protagonistas, su educación y su iniciación a la
vida; la segunda parte en los Cottages, adolescentes que buscan madurar a través
de sexo y del amor, no aparecerán las drogas y el alcohol, dañaría su salud; y
la última parte y quizá más interesante la que nos presenta la madurez y el destino de los protagonistas y nos da la clave final para entender la novela que transcurre
en los hospitales, en esta vemos cómo los personajes aceptan su papel en el mundo. Podríamos señalar que las dos primeras se pueden considerar
un tanto lentas aunque para mi gusto tienen el ritmo adecuado.
ESPACIOS: tanto el
internado como los Cottages, incluso los hospitales tienen un toque decadente y
melancólico que invade toda la historia, hemos de entender que están
representados a través de los ojos de la protagonista por tanto tienen un tono
de evocación y de subjetivismo propio de la situación en la que se encuentra
Kathy, tras la pérdida de sus amigos y con el futuro que tiene por delante, los
lugares presentados con una patina de ensoñación e irrealidad, pensemos en el
inolvidable viaje a Norfolk y como esta localidad se presenta con los ojos de
la infacia, el lugar de las cosas perdidas y donde encuentran la cinta
extraviada.
TIEMPO: La historia,
como hemos señalado es RECORDADA por tanto el tratamiento del tiempo es
subjetivo y se detiene en aquellos momentos en que la narradora cree
que son importantes no porque hayan ocurrido hechos o acontecimientos sino porque son importantes para el recuerdo
y la emoción.
PUNTO DE VISTA: Como
he señalado con anterioridad y es uno de los elementos más característicos de
esta novela, Kathy H. es la narradora de esta historia y, a través de sus recuerdos,
nos vamos adentrando poco a poco en su mundo, tan cerrado como una cárcel, pero
sin vallas tangibles que la detengan. Su amiga Ruth y Tom forman un triangulo de jóvenes como
muchos otros, reducidos sus apellidos a iniciales kafkianas (Peter B.,
Susie K.) que subrayan su carencia de padres y su incapacidad de procrear,
fomentadas sus dotes artísticas por profesoras o guardianas que confían en
Madame, la mujer belga o francesa que un par de veces al año acude al instituto
para elegir los trabajos que exhibirá en un misterioso sitio llamado la
Galería, los pupilos de Hailsham maduran en su orbe autosuficiente ("No
teníamos sino nociones muy vagas del mundo exterior, y de lo que en él podía
ser posible o imposible") en medio de una limpidez bucólica;
limpidez que, sin embargo, desvela poco a poco una penumbra agazapada, un núcleo
oculto: "Se percibía en el aire como un barrunto de que alguien estaba
callando algo."Pero lo más importante de esta historia es lo que no se dice, el universo
del internado nos resulta extraño desde el principio y sospechamos que no es lo
que parece, no son jóvenes ricos dejados allí por sus padres para recibir una
educación esmerada, y en esto juegan un
papel especial las palabras y la elipsis:"nebuloso",
"oculto", "descubrir", "turbador",
"custodios" o "donantes", el autor subraya en cursiva
palabras que ocultan significados, menciona que los maestros "sienten
miedo ante la idea de que tu mano pueda rozar la suya" y, con
eufemismos, no se pronuncia la palabra muerte es “completar”. Ishiguro,
tiñe de sombras, secretos y conjeturas un relato desasosegante. Estos alumnos que
hablan de literatura y pintan no saben cuál es su destino y nosotros al igual
que ellos vamos imaginándonos su finalidad en el mundo y comprendiendo la
magnitud de sus tragedias.
GÉNERO LITERARIO: Y a medida que nos vamos
dando cuenta de quiénes son realmente estas criaturas, nos encontramos ante un
género totalmente nuevo, la ciencia ficción, la historia se nos resenta como una distopia, una sociedad ficticia indeseable en sí misma. Acabaremos
sabiendo que Kathy, es como una colegiala de Enid Blyton infiltrada en un universo
próximo a Blade Runner es, como los demás
alumnos huérfanos y estériles de la granja biotecnológica de Hailsham (idéntico
marco conceptual que el de la película La isla, película
del 2005 de Michael Bay, pero sin otra tecnología que la introspección mental
de Kathy), un clon cultivado con el objeto de donar órganos a los ciudadanos
que lo requieran. No tienen otra
finalidad que la de abastecer a la ciencia médica.
Pero Isiguro no
hace una ciencia ficción al uso, no le interesa explicarnos cómo se hacen los experimentos
científicos o de dónde proceden estos clones, de hecho su acción ni siquiera se
sitúa en el futuro sino en la Inglaterra del último tercio del siglo XX, en lo
que puede verse como un mundo paralelo (o, como Ishiguro lo llama, una “ficción
alternativa”) en el que la clonación ha sido desarrollada y aceptada por la
sociedad. Es la parte humana
la que le interesa tratar en su novela, según una entrevista publicada por ElPaís el 26 de noviembre de 2005, cuando se publicó la novela a la pregunta de si
la ciencia ficción era un género que le fascinaba respondió:
"Intenté escribir esta historia hace 15 años.
Se trataba de unos jóvenes con un extraño destino relacionado con las armas
nucleares. Soy de la generación que piensa más en términos nucleares que
biotecnológicos. En el tercer intento, en 2001, di con el encuadre de la
clonación. La biotecnología no me preocupa tanto como la ciencia en sí, la
relación entre la ciencia y la sociedad. Aquí representa a la ciencia: una
cienciaaterradora, que no podemos
controlar ni entendemos completamente. Una vez abierta la caja, ya no hay
marcha atrás. El mundo se transforma para siempre. Sucedió con la fusión del
átomo y puede volver a suceder con la biotecnología. Como novelista, cuando
introduces la ciencia, puedes retomar cuestiones de la literatura del XIX: qué
es el alma, qué significa ser humano... Nos dio vergüenza plantearlas al volvernos
menos religiosos, pero son cuestiones que siguen interesando mucho a la gente" .
La revelación de
esta terrible realidad, mostrada por Ishiguro de manera meticulosa y paulatina,
transmite magníficamente el calculado método seguido por los educadores de
Hailsham para predisponer a sus alumnos a aceptar resignadamente su condición,
al tiempo que describe la inquietante naturalidad con la que los jóvenes
aceptan su trágico destino.
Este sentimiento de
desesperanza se ve potenciado por la falta de tremendismo con que la historia
es narrada por Kathy, quien desde la edad adulta dirige su serena mirada hacia
una generación que está a punto de desaparecer. Es por ello que los hechos que
Kathy narra no pueden resultar sorprendentes para sus coetáneos, de ahí que
rehúya del dramatismo a la hora de describir el día a día de unos jóvenes
creados de manera artificial única y exclusivamente para salvar las vidas de
los demás. Lo que, dentro de la narración, convierte en único el manuscrito de
Kathy es su carácter de testimonio de su sensibilidad y humanidad, o de aquello
que las personas de su época dudan que ella pueda tener debido a su condición
de clon: alma.
Nunca me
abandones hace gala de una emoción contenida que estalla en los pasajes
en los que los protagonistas deciden hacer frente a su situación: el
inolvidable viaje a Norfolk en busca de la posible madre biológica de uno de
ellos; el conmovedor gesto final de Ruth hacia Kathy y Tommy; el viaje de estos
dos a Littlehampton en un intento final de cambiar su destino… Lo que queda es
una espléndida novela en la que su escritor alcanza cotas de extraordinaria
delicadeza en el retrato de unos personajes inolvidables.
LA CANCIÓN "Nunca me abandones", la balada favorita de Kathy
H. que se vuelve un réquiem por el tiempo irremisiblemente perdido. (El álbum
ficticio en que figura la balada, Canciones para después del crepúsculo,
se graba en 1956, año en que se desarrolla Los restos del día.)
ADAPTACIÓN CINEMATOGRÁFICA
"Nunca
me abandones" ("Never let me go") fue llevada a la gran pantalla en en
2010 con actores como Carey Mulligan (Kathy), Andrew Garfield (Tommy) y
Keira Knightley (Ruth). El propio escritor se implicó directamente en la adaptación dirigió Mark Romanek, director conocido por vídeos musicales como el
magnífico Hurt (2002) y por el extraño pero interesante largometraje Retratos de una obsesión (One hour photo, 2002)