Josep M. Benet
i Jornet (Barcelona, 1940) es dramaturgo y guionista.
Se da a conocer con Una vella, coneguda olor (1964), obra que había recibido el premio Josep M. de Segarra en 1963, y en 1970 publica conjuntamente Fantasia per a un auxiliar administratiu y Cançons perdudes. Su teatro realista sigue con Berenàveu a les fosques (1972) y Quan la ràdio parlava de Franco (1979) i con Revolta de bruixes (1977) adquiere un tono simbólico. En La desaparició de Wendy, el mundo de la infancia y el de la postguerra toman una dimensión mítica. También ha cultivado el teatro infantil Supertot (1975), Helena a l'illa del baró Zodíac (1975) o El somni de Bagdad (1977), entre otras. En 1989 estrena Ai, carai! en el Teatre Lliure, y Desig, en 1991, en el Centre Dramàtic de la Generalitat. Continua con obras como E. R., estrenada en el Teatre Lliure (1994) y llevada al cine por Ventura Pons (Actrices, 1996); Olors, dirigida per Mario Gas (TNC, 2000), Això, a un fill, no se li fa (Teatreneu, 2002), L'habitació del nen (Teatre Lliure, 2003), Salamandra (TNC, 2005), Dones que ballen (2010) y Com dir-ho? (2013), entre otras. Además es guionista de las primeras telenovelas producidas por Televisió de Catalunya (Poble Nou, 1993-94; Rosa, 1995-96; Nissaga de Poder, 1996-98, Laberint d'ombres, 1998-00; Nissaga, l'herència, 1999; El cor de la ciutat, 2000-2009 y Ventdelplà, 2005-2010).
Se da a conocer con Una vella, coneguda olor (1964), obra que había recibido el premio Josep M. de Segarra en 1963, y en 1970 publica conjuntamente Fantasia per a un auxiliar administratiu y Cançons perdudes. Su teatro realista sigue con Berenàveu a les fosques (1972) y Quan la ràdio parlava de Franco (1979) i con Revolta de bruixes (1977) adquiere un tono simbólico. En La desaparició de Wendy, el mundo de la infancia y el de la postguerra toman una dimensión mítica. También ha cultivado el teatro infantil Supertot (1975), Helena a l'illa del baró Zodíac (1975) o El somni de Bagdad (1977), entre otras. En 1989 estrena Ai, carai! en el Teatre Lliure, y Desig, en 1991, en el Centre Dramàtic de la Generalitat. Continua con obras como E. R., estrenada en el Teatre Lliure (1994) y llevada al cine por Ventura Pons (Actrices, 1996); Olors, dirigida per Mario Gas (TNC, 2000), Això, a un fill, no se li fa (Teatreneu, 2002), L'habitació del nen (Teatre Lliure, 2003), Salamandra (TNC, 2005), Dones que ballen (2010) y Com dir-ho? (2013), entre otras. Además es guionista de las primeras telenovelas producidas por Televisió de Catalunya (Poble Nou, 1993-94; Rosa, 1995-96; Nissaga de Poder, 1996-98, Laberint d'ombres, 1998-00; Nissaga, l'herència, 1999; El cor de la ciutat, 2000-2009 y Ventdelplà, 2005-2010).
Su trayectoria ha sido reconocida con
numerosos premios, entre los cuales el Premio Nacional de Teatro (1995), la
Creu de Sant Jordi (1997), el premio de la Institució de les Lletres Catalanes
de guiones audiovisuales (1998), el Premi Max d'Honor (2010), el Premi d'Honor
de les Lletres Catalanes (2013) y la Medalla de Honor de la SGAE (2015).
Es socio
de honor de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana. Autores: Montserrat Cerdà, Francesc Gil, Marta Puig i M. Josep Simó.
Coordinación: Maria Areny.
Actualización: Nausica Solà.
Fotografías: Archivo personal del autor / © Quim Llenas Cover.
Fuente: http://www.escriptors.cat/autors/benetjornet/index.php
Biografia
Premis
Obra
Comentarios de la obra
Entrevistas
Vínculos
Noticias Josep María Benet i Jornet en EL PAÍS
LA DESAPARICIÓ DE WENDY
En La desaparició de Wendy, una compañía de teatro está a punto de comenzar la representación infantil de la obra Peter Pan cuando un problema con los decorados los obliga a hacer un cambio repentino de repertorio; habrá que distorsionar un poco el argumento…
La
desorientación de los actores, que se han quedado sin su personaje o tienen que
improvisar rápidamente nuevas situaciones hace que emerjan todas las
contradicciones de los cuentos y los mitos de nuestra niñez.
La
desaparición de Wendy es un precioso homenaje del autor al medio que ama, pero
que también le hace sufrir, como todo amor. El propio marco en el que se
desenvuelve la obra, el teatro dentro del teatro, es la forma de mostrar la
inevitable necesidad del teatro en su vida y de las historias imaginarias en la
de todo ser humano. Una compañía de teatro se ve obligada a representar “otro
latazo de teatro para niños” dice el tramoyista porque “no había otro decorado
en los almacenes”. Así pues, deciden fundir la historia prevista, Peter Pan,
con La Cenicienta para salvar una función. A través de esas historias
infantiles Benet nos lleva a la ternura y a la fantasía y al sabor agridulce
que da la consciencia del recuerdo.
El
texto es un regalo del autor en el que se funden continuamente distintos planos
y en que la narración y la acción juegan para recrear momentos que van de la
magia de la evocación, al humor y la ironía, de la inocente rebeldía a la
resignación tamizada por el sarcasmo… Pero por encima de todo nos habla de la
necesidad de la imaginación en la vida y nos recuerda que mantenerla
arrinconada o incluso encarcelada es un acto deshumanizador.
En
la obra, las historias de los personajes de los cuentos no están tan alejadas
de las de los “personajes-actores” propuestos por Benet. Estos, forzados por la
situación, se salen del programa previsto y lo modifican desde la creación,
transformando sus recuerdos y hasta su propio ser actual. Es posible que en
esos personajes exista parte del propio autor. En cierto modo, ¿no es “negarse
a crecer” dedicar tu vida al teatro? ¿No hay que ser un poco Peter Pan, tan
heroico y tan desencajado en el mundo real, para entregarse al teatro? ¿Se
puede negar que en un teatrero exista algo de Cenicienta? Pero como a los
héroes clásicos el principio de inexorabilidad les llevaba sin remedio a su
destino, el teatro se convierte en imprescindible y condiciona la vida de
los atrapados en su encanto.
FUENTE: https://juandelenzinateatro.wordpress.com/la-desaparicion-de-wendy/
LA REPRESENTACIÓN
Una producción de la SALA BECKETT
A L'ATRIUM VILADECANS
Película que reflexiona sobre el teatro: