LA AUTORA:
Pilar
Romera es
una escritora catalana nacida en Riba-roja d'Ebre (Tarragona). Se licenció en
Historia Contemporánea en la Universitat de Barcelona, donde trabaja, y cursó
un máster en realización de guiones cinematográficos y televisivos en la
Universitat Autònoma de Barcelona.
Es autora de las novelas L'esperit de vidre con el que ganó en 1993 el X Premio Ribera de Ebro de narrativa , Dins la boira en 1997 y Li deien Lola en 2016. En 2017 participó en el libro colectivo L'Ebre un riu literari y fue galardonada con una de las 20 Becas de escritura Montserrat Roig en el marco del programa Barcelona Ciudad de la Literatura de la UNESCO en 2017.
Es autora de las novelas L'esperit de vidre con el que ganó en 1993 el X Premio Ribera de Ebro de narrativa , Dins la boira en 1997 y Li deien Lola en 2016. En 2017 participó en el libro colectivo L'Ebre un riu literari y fue galardonada con una de las 20 Becas de escritura Montserrat Roig en el marco del programa Barcelona Ciudad de la Literatura de la UNESCO en 2017.
En
2019 Romera colaboró
en la compilación de cuentos Assassins
de l'Ebre y publica la versión castellana de su último libro
titulado Los
impostores.
LOS IMPOSTORES
Los impostores, publicada en catalán por Columna y en
castellano con traducción de la propia autora por la editorial Destino, teje una trama de mentiras, amor, amistad y traición que se
desarrolla con el telón de fondo de la visita del dictador Francisco Franco a
Barcelona en mayo de 1949.
Editorial: Ediciones Destino
Temática: Novela literaria | General narrativa literaria
Colección: Áncora & Delfin | Serie Volumen independiente
La historia de una amistad traicionada en
el campo de concentración de Argelers y de un triángulo amoroso en la triste
Barcelona de posguerra.
Sinopsis
de Los impostores:
Barcelona, mayo de 1949. Albert, un joven
que trabaja en una imprenta, es detenido por la Brigada Político-Social y
enviado a la temida comisaria de Via Layetana, acusado de colaborar con jóvenes
universitarios en la difusión de propaganda clandestina. Una visita secreta del
general Franco a la Ciudad Condal lleva de cabeza a los mandos policiales, que
dan órdenes de detener a los sospechosos habituales. El encuentro casual entre
Dora, hermana de Albert, y un antiguo amante, desencadenará unas consecuencias
que ninguno de los protagonistas podrán controlar. Unos acontecimientos
ocurridos en el campo de Argelès diez años antes volverán para pasarles
cuentas.
Con una capacidad deslumbrante para
hacernos cómplices de cada uno de los personajes, esta fascinante novela narra
la historia de tres perdedores de la Guerra Civil: Dora Colom, Miquel Alberich
y Bonaventura Puig. Una historia repleta de engaños, impostura, amor, amistad y
traición. Y, en medio, Fuentes, un comisario de la vieja guardia, corrupto y
adicto, y Paco, un antiguo transformista del famoso cabaret La Criolla que
también son, a pesar de todo, unos supervivientes.
Los
impostores retrata tres vidas desde antes de la
guerra hasta la dura posguerra, pasando por el terrible campo de concentración
de Argelès, y logra hacernos sentir que, en casos extremos, todos podemos ser
unos impostores.
«Los
impostores nos ofrece una trama muy bien escrita, bien condimentada y
mejor servida que nos habla de seres cobardes, heroicos y desesperados en una
Barcelona, la del 49, sin oxígeno ni esperanza.» CARLOS ZANÓN
«Romera logra que entendamos cómo somos con un sólido retrato de la durísima Barcelona de posguerra. Una novela escrita a tumba abierta que no olvida a los que se quedaron sin tumba.» MIQUI OTERO
«En esta novela escrita con elegancia e
inteligencia los personajes destilan una gran verdad: a veces ya no luchamos
para vencer, sólo resistimos para no ser vencidos.» VÍCTOR DEL ÁRBOL
La novela
se inicia con dos referencias culturales que creo merece la pena mencionar, de
un lado el poema Si, de Rudyard
Kipling, donde se va
señalando una serie de condiciones:
“Si puedes
mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor
pierde la
suya y te culpan por ello;
si puedes
confiar en ti mismo cuando
todos dudan
de ti,
pero
admites también sus dudas; [...]
Tuya es la
Tierra y todo lo que contiene,
y-lo que es
más- ¡serás un Hombre, hijo mío!”.
Edición de Si por Doubleday Page and Company, Garden City, New York, 1910. |
Este
poema fue considerado por los británicos como el favorito de su literatura en una encuesta de
la BBC de 1995. Y uno de sus versos, If you can meet with Triumph and Disaster and treat those two
impostors just the same ("Si
te encuentras con el Triunfo y la Derrota y a estos dos impostores los tratas
de igual forma") preside la entrada de tenistas de la pista central
del torneo de Wimbledon. Roger Federer y Rafa Nadal lo leyeron en un vídeo de
la final masculina de 2008. En estos versos aparece remarcado la palabra que da
título a la novela “Los impostores” y que nos da la clave de lo que será la
obra, un cúmulo de personajes que sobreviven al triunfo y a la derrota sin ser
ellos mismos porque las circunstancias no les permiten vivir plenamente sus
vidas.
Y la otra mención es la clásica película de «Casablanca», la novela se estructura en cuatro partes
en torno al mes de mayo del 49 , cada una de ellas y su epílogo vienen
precedidos por diálogos de la magnífica película de Michael Curtiz la autora en una entrevista señaló que «Casablanca» era para ella,
una película en la que todos son unos
impostores. Rick engaña a Ilsa haciéndole creer que se fugan juntos, Ilsa a
Laszlo con su historia con Rick, Laszlo a todos. Al final, como el comisario
Fuentes, Renault es el impostor más obvio pero a la vez el más legal... La
historia es muy distinta, pero sí, la influencia es evidente.
La trama gira en torno de un tema central que aparece en el mismo título, la impostura, la falsedad, impostores que son cobardes y que esperan la salvación de los demás y que no tienen salida, en la novela se dice "todos somos impostores" ¿qué seríamos capaces de hacer o qué hemos hecho ante situaciones de nuestra vida? La obra nos hace reflexionar sobre esta cuestión ¿podemos juzgar a los "impostores"? ¿No hemos caído todos nosotros en representar lo que no somos y en circunstancias menos dramáticas?
La narración se desarrolla en dos escenarios temporales, por un lado, el presente se desarrolla en el mes de mayo de 1949, en pleno régimen franquista, es un momento en que ya hace diez años que ha acabado la guerra, cuatro que ha finalizado la II Guerra Mundial y le permitirá bucear en la desesperanza de los que veían que el régimen no acabaría a corto ni medio plazo. Un momento en el que el miedo habitaba en las calles, en las casas y en los corazones de todo aquel que no comulgaba con el régimen establecido e incluso también en aquellos que se suponían fieles a él. Una época de racionamiento, de represión y de pobreza que hacía añorar tiempos pasados y también desear tiempos mejores, y unos personajes que se han forjado en un tiempo de libertad como es el caso de Dora, y ahora con 40 años tiene que claudicar ante un trabajo y un régimen que la asfixia.
Y por otro lado nos presenta un salto temporal en el que aparece la retirada y los campos de refugiados de Argelèrs que le ha permitido los fragmentos más emotivos y líricos de la novela, quien según la autora llegó a emocionarse varias veces cuando los estaba escribiendo. El campo de refugiados no solo presenta la desesperanza de los perdedores sino también el orgullo de la república y del exilio, esas masas que se alzaban con el puño el alto cuando un avión sobrevolaba la playa para el NODO o para la prensa extranjera, esos mismos refugiados que se reincorporaron a las filas de la resistencia y que entraron a liberar a París de la ocupación nazi y que esperaban el apoyo de los aliados para echar al tercer dictador del poder y que vieron cómo les dieron la espalda. Cabe señalar el excelente trabajo de documentación de la novela, la bibliografía que aparece al final suscribe lo dicho, según palabras de la autora el ganar la beca de Montserrat Roig le permitió disfrutar de cuatro meses refugiada en la Biblioteca de Catalunya y poder acceder a todos los libros sobre el tema que pudo necesitar.
La narración se desarrolla en dos escenarios temporales, por un lado, el presente se desarrolla en el mes de mayo de 1949, en pleno régimen franquista, es un momento en que ya hace diez años que ha acabado la guerra, cuatro que ha finalizado la II Guerra Mundial y le permitirá bucear en la desesperanza de los que veían que el régimen no acabaría a corto ni medio plazo. Un momento en el que el miedo habitaba en las calles, en las casas y en los corazones de todo aquel que no comulgaba con el régimen establecido e incluso también en aquellos que se suponían fieles a él. Una época de racionamiento, de represión y de pobreza que hacía añorar tiempos pasados y también desear tiempos mejores, y unos personajes que se han forjado en un tiempo de libertad como es el caso de Dora, y ahora con 40 años tiene que claudicar ante un trabajo y un régimen que la asfixia.
Y por otro lado nos presenta un salto temporal en el que aparece la retirada y los campos de refugiados de Argelèrs que le ha permitido los fragmentos más emotivos y líricos de la novela, quien según la autora llegó a emocionarse varias veces cuando los estaba escribiendo. El campo de refugiados no solo presenta la desesperanza de los perdedores sino también el orgullo de la república y del exilio, esas masas que se alzaban con el puño el alto cuando un avión sobrevolaba la playa para el NODO o para la prensa extranjera, esos mismos refugiados que se reincorporaron a las filas de la resistencia y que entraron a liberar a París de la ocupación nazi y que esperaban el apoyo de los aliados para echar al tercer dictador del poder y que vieron cómo les dieron la espalda. Cabe señalar el excelente trabajo de documentación de la novela, la bibliografía que aparece al final suscribe lo dicho, según palabras de la autora el ganar la beca de Montserrat Roig le permitió disfrutar de cuatro meses refugiada en la Biblioteca de Catalunya y poder acceder a todos los libros sobre el tema que pudo necesitar.
Comisaría Vía Layetana. |
Campo de refugiados de Argelés. |
Playa de Argelés |
Un narrador omnisciente nos conducirá por las vidas de Dora, Miquel y Bonaventura y también por la de las personas que les acompañan en ellas. Estructurada en cuatro partes divididas en capítulos y un epílogo, un lenguaje cuidado y exquisito y una cadencia tranquila, sin prisas ni sobresaltos, que favorece el disfrute de la magnífica prosa que compone la novela hacen que sea una delicia de lectura para el lector.
Los ambientes y lugares por los que pasearán nuestros personajes
se describen con tanto detalle y cuidado que parecerá que seamos nosotros, los
lectores, los que nos encontremos paseando por las calles de esa Barcelona
convulsa, entrando a sus bares clandestinos o subiendo a la habitación de la
pensión más triste de la ciudad. Tampoco nos serán ahorrados detalles de cómo
era la vida en el campo de Argelés; incluso antes de entrar en él se nos
presentará la miseria y el estado de desesperación de las personas que allí
eran dirigidas. Personas sin nada que perder, desfallecidas, desesperanzadas,
muertos en vida a los que les fue robado todo incluso su dignidad, un infierno sobre
la tierra donde tantos conocieron los límites de su resistencia física y
mental.
«Era la ciudad de la desesperación, donde no había futuro, solo insomnio y días de humedad y desesperación».
La terraza del café Zurich, años 40. |
Passeig de Gràcia desde Plaça Catalunya Barcelona Imagen de los años 40 Postal original propiedad de Francisco Huertas Hernández |
Muchos son los personajes que transitan por las páginas de la
tercera obra de Pilar Romera, destacando Dora Colom, Miquel Alberich y
Bonaventura Puig. Sin olvidar al corrupto comisario Fuentes, “hombre corpulento y barrigón, de abundante
bigote y cabeza grande, esférica y pelada”, y a Paco, transformista del
cabaret La Criolla.
Personas derrotadas por la vida pero que siguen luchando por ganarle la
partida, que arrastran grandes cargas del pasado y que sobreviven con engaños y
medias verdades, que se han reinventado, que han intentado sobreponerse a cosas
terribles, que luchan por su vida, quienes están marcadas por el destino y no
podrán escapar de él, insatisfechas, inconformistas, embriagadas por una
tristeza tan profunda que serán como bombas a punto de estallar. Así son Dora,
Miquel y Bonaventura quienes serán víctimas del fatal juego que el destino les
tiene preparado, un juego que empezó a forjarse muchos años atrás. Personajes como Miquel quien tienen detrás una realidad, la autora se basó en un republicano que vivió 30 años con un nombre ficticio y que en su vidad anterior había tenido dos hijos y en la inventada tuvo dos más, la realidad siempre supera la ficción. Junto a
ellos y como secundarios de lujo encontramos al comisario Fuentes y a Paco que
serán piezas importantes en el devenir de esta historia y que también han sido
víctimas de los caprichos del destino.
Quizá uno de los personajes más interesantes sea el comisario Fuentes
adicto a la cocaína y de destrozado estómago es, una de las figuras más
atractivas de la novela, también para la autora, uno de esos «malos buenos» que
se mueve como pez en el agua entre sus confidentes y que talla con mirada torcida
a las nuevas hornadas de la policía franquista. Trazado siguiendo el patrón del
capitán Louis Renault , interpretado por Claude Reins en «Casablanca» –USA,
1942–, Fuentes, antiguo guardia de asalto que no simpatiza con la derecha
gobernante pero que tampoco es partidario de la revolución, hace gala de una
extraña ética que combina el saber zurrar con un profundo sentido de la
justicia. La autora apunta que el comisario es su personaje favorito, y, de
hecho, en la primera versión de la novela era un personaje muy secundario, pero
cambió el final solo para darle más protagonismo. El diario cumplimiento del
servicio lo ha degradado, pero su lucidez permanece intacta, a prueba de bomba:
«Una panda de psicópatas dirigiendo el país. Todo está podrido,
el régimen está putrefacto desde la base. El sistema está viciado y lo peor es
que lo controlan todo, absolutamente todo».
Y como telón de fondo el contexto histórico, esa visita del caudillo que pondrá patas para arriba el mundo inestable de los protagonistas y que nos permite apreciar el cuidado histórico que la autora ha dotado a su obra, en varias ocasiones se atentó contra la vida del dictador, al parecer hubieron 17 intentos de asesinarlo, anarquistas, falangistas y también monárquicos diseñaron planes para acabar con la vida del dictador durante los 36 años que estuvo en el poder, pero también antes de que se proclamara el golpe de Estado. El peligro nunca llegó a rozarlo, según las palabras de Laureano Cerrada: La victoria más aplastante de Franco, fue morir en la cama.
Wenceslao Jiménez, del grupo "Los Maños" |
Novela que presenta la mezcla de géneros, la novela histórica, aunque
la autora no la considere; el drama
amoroso sustentado en un triángulo, pero también la novela negra donde el tema
de la suplantación de la personalidad es frecuente junto a la policía corrupta
y el narcotráfico.
Si tuviera que señalar qué es lo que más me ha gustado de la obra señalaría el planteamiento de los personajes, la autora no nos habla de buenos y de malos, todos son egoístas y son capaces de hacer cualquier cosa por sobrevivir; el tono de desamparo y de desengaño, el olor a naftalina que brota de las páginas y la Barcelona de fondo que lo llena todo.
Una última reflexión nos podría hacer pensar en si es o no necesario "otra novela sobre la Guerra civil", aunque yo soy la primera que puedo poder cara de aburrimiento ante el tema, creo que hoy por hoy en el que podemos ver un "blanqueo" de la dictadura y que podemos escuchar frases como que las "trece rosas eran unas violadoras" es necesario novelas como estas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario