BIOGRAFÍA DE YOKO OGAWA
Escritora japonesa, Yoko Ogawa estudió en la Universidad de Waseda y es conocida para
el gran público por su producción literaria novelística. Su obra está inspirada por el autor Kenzaburō Ōe y Anna Frank.
De entre sus libros habría que nombrar, sobre todo, la obra La fórmula
preferida del profesor, que fue adaptada al cine y que supuso su primer éxito internacional.
Ogawa ha publicado numerosas novelas y ensayos en Japón, de los que han sido
traducidos al castellano títulos como Destellos de ámbar, El Señor de los Pájaros, Lecturas de los
rehenes, Bailando con elefante y gato o La Policía de la Memoria, por hacer
mención de algunos.
A lo largo de su carrera Ogawa ha conseguido premios tan prestigiosos como
el Akutagawa, el Yomiuri o el Tanizaki. En 2005 se adaptó también
al cine su novela El anillo anular, dirigida por Olga Kurylenko.
PREMIOS
·
1988
Premio Kaien por su obra inicial Desintegración de la mariposa (Agehacho
ga kowareru toki, 揚羽蝶が壊れる時)
·
1990
Premio Akutagawa por El embarazo de mi hermana (Ninshin
karendaa, 妊娠 カレンダー)
·
2004
Premio Yomiuri por La fórmula preferida del profesor (Hakase
no aishita sushiki, 博士の愛した数式)
·
2004
Premio Izumi por Burafuman no maisō, ブラフマンの埋葬)
·
2006
Premio Tanizaki por La niña que iba en hipopótamo a la escuela (Mīna
no kōshin, ミーナの行進)
·
2008 Premio Shirley
Jackson por The Diving Pool.1
·
2014
Independent Foreign Fiction Prize por Revenge: Eleven Dark Tales
LIBROS de Yoko
Ogawa
- 2021 La Policía de la Memoria
- 2020 Destellos de ámbar
- 2019 El Señor de los Pájaros
- 2017 Introducción a la belleza de las
matemáticas
- 2016 Lecturas de los rehenes
- 2015 Bailando con elefante y gato
- 2014 El museo del silencio
- 2013 Los tiernos lamentos
- 2013 Amores al margen
- 2012 La piscina
- 2011 La residencia de estudiantes
- 2006 (2011) La niña que iba en hipopótamo a la
escuela
- 2004 (2022) La fórmula preferida del profesor
- 1996 (2002) Hotel Iris
- 1991 (2006) El embarazo de mi hermana
La fórmula preferida del profesor
"Mira qué maravillosa sucesión de números. La suma
de los divisores del 220 es igual a 284. Y la de los divisores de 284, igual a
220. Son números amigos. Son una combinación muy infrecuente, sabes. Fermat o
Descartes solo lograron descubrir un par, cada uno de ellos. ¿No te parece
hermoso? ¡Que la fecha de tu cumpleaños y el número grabado en mi reloj de
pulsera estén unidos por un lazo tan maravilloso…!
La Fórmula Preferida
del Profesor, fue un auténtico fenómeno de ventas en su país de
origen (Japón) con más de un millón de ejemplares vendidos que le han
otorgado fama internacional y numerosos reconocimientos (el premio
Yomiuri, el de las Librerías Japonesas y el de la Sociedad Nacional de
Matemáticas).
La novela narra la historia de un profesor de
matemáticas que, tras un accidente, ha perdido la autonomía de su memoria
excepto en lo que se refiere a las matemáticas que cultivaba en su vida
profesional. Como un moderno Sísifo, debe colocarse en su americana notas para
recordar lo que va continuamente olvidando. Su vida se cruza con dos nuevos
personajes: su asistenta y el hijo de esta, al que el
profesor llama Root “porque
su coronilla era tan plana como el signo de la raíz cuadrada”.
Root, tras el
colegio, va a casa del profesor donde espera que su madre termine el trabajo
diario. El profesor comienza a ayudar a Root en la elaboración de sus deberes
escolares y, mezclando el béisbol con las matemáticas, va consiguiendo
trasmitirles tanto al niño como a su madre el amor por las matemáticas,
planteando cuestiones que la asistenta se afana en intentar resolver, para lo
que acude incluso a las bibliotecas.
Las matemáticas son un
tema esencial en la novela, pero tienen una manera de presentarlas que para mí
que soy una nulidad total en el tema me han resultado atractivas, porque los conceptos matemáticos que se manejan están
explicados con sencillez, tal y cómo se los cuenta el profesor a su asistenta y al niño. Sin necesidad
de que el lector tenga grandes conocimientos matemáticos, la autora es capaz de transmitir la belleza de las matemáticas y de los juegos
misteriosos y a la vez maravillosos en los que se enredan los números. Se
mencionan conceptos matemáticos (números
primos, números amigos, números naturales, números imaginarios, etc.), pero
algunos de esos conceptos están explicados de una manera cordial, imaginativa y
gozosa que lleva al lector a descubrirlos o a redescubrirlos con otros ojos,
como si fueran —que lo son— una maravilla camuflada. Por ejemplo, cuando el profesor
protagonista habla de la raíz cuadrada de -1, dice que “es un número muy discreto, no se muestra en público, pero está ahí
dentro del corazón y sostiene el mundo con sus pequeñas manos”. El profesor
no solo es matemático, también es un poeta, pero no olvidemos la relación de
las matemáticas con la poesía desde Fray Luis de León, en su Oda a Francisco Salinas:
Y como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta
y entre ambos a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.
Las matemáticas son un
complemento a la verdadera historia, que es la relación de amistad forjada
entre los tres protagonistas.
La fórmula
preferida del profesor lo es también de muchos matemáticos, y es la llamada identidad de Euler, un caso especial de la fórmula que desarrolló
el matemático Leonhard Euler:, considerada una cima de belleza matemática al
integrar los números más interesantes en la disciplina, como el número e, base del crecimiento; el número π, que relaciona la
longitud de una circunferencia con su radio; y la unidad imaginaria i, que da lugar a los números complejos, todos ellos reunidos
en la fantástica relación e^(iπ) + 1 = 0. Esa relación entre las matemáticas y
la belleza, tan apreciada por los matemáticos, es una constante a lo largo de
la novela. El nudo de la historia se localiza en el momento en que la cuñada
acusa injustificada y cruelmente a la asistenta delante del niño y del
profesor. Si hay algo que el profesor no puede soportar es que alguien pueda
hacer daño o maltratar psicológicamente a un niño, por eso, incapaz de
desarrollar verbalmente su opinión o de describir con exactitud su estado
de ánimo, a punto de estallar de rabia viendo el sufrimiento que está viviendo
Root grita: “¡No, no es posible! ¡No es
tolerable herir los sentimientos de un niño”, y recurre a una defensa
infalible: escribe en un papelito su fórmula preferida, la identidad de Euler,
la pone sobre la mesa ante los ojos de su cuñada y se marcha de la habitación.
Y desde
ese día la asistenta, que había abandonado los estudios de bachillerato cuando
quedó embarazada y que solo tiene nociones básicas de matemáticas, empieza una
fascinante investigación en la biblioteca para averiguar qué había querido
decir el profesor al utilizar esa fórmula como arma dialéctica para zanjar la
discusión. ¿Qué quiso representar el profesor con dicha fórmula? Podremos
encontrar muchas interpretaciones, para mí es una forma de establecer claridad,
belleza y sosiego en un mundo en el que impera la injusticia y el maltrato,
nada mejor que ofrecer una verdad innegable e irrefutable ante la barbarie.
Otro elemento importante en la novela es el
beisbol, el deporte supone un vínculo entre el
niño y el anciano, nuestra protagonista ve en
esta afición una forma de llegar al corazón del
profesor y corresponder el afecto que él les ha dado de forma
altruista y por eso decide llevarlo a un partido de beisbol a
pesar de las dificultades que ello supone. También significa
la grandeza de las cosas cotidianas y de las
aficiones que nos unen.De estilo intimista, sencillo, un
tanto poético. Prosa bella y pausada, descriptiva pero, a la vez de lectura
fácil. Es una novela elegante y delicada. Narración fluida, una historia dulce,
tierna, sencilla, contada con mucho
cariño y delicadeza.
Un relato que inspira la ternura y la necesidad de diálogo
en un mundo complejo donde las matemáticas se presentan como
una metáfora de vida e hilo conductor que une a unos personajes que el olvido se
encarga de borrar.
En definitiva, La
fórmula preferida del profesor es una historia de amor y de
amistad, una historia de aprendizaje y de crecimiento personal, y todo ello
mediante las matemáticas. Con una prosa elegante, habitual en toda la obra de
Ogawa, consigue algo que rompe un tabú instalado desgraciadamente en nuestra
sociedad: las matemáticas pueden emocionar.
PELÍCULA
Director: Takashi Koizumi.Guión: Takashi Koizumi (screenplay), Yoko Ogawa (novela).
País: Japón, 2006.
Duración: 117 minutos.
"Mira qué maravillosa sucesión de números. La suma
de los divisores del 220 es igual a 284. Y la de los divisores de 284, igual a
220. Son números amigos. Son una combinación muy infrecuente, sabes. Fermat o
Descartes solo lograron descubrir un par, cada uno de ellos. ¿No te parece
hermoso? ¡Que la fecha de tu cumpleaños y el número grabado en mi reloj de
pulsera estén unidos por un lazo tan maravilloso…!
La Fórmula Preferida
del Profesor, fue un auténtico fenómeno de ventas en su país de
origen (Japón) con más de un millón de ejemplares vendidos que le han
otorgado fama internacional y numerosos reconocimientos (el premio
Yomiuri, el de las Librerías Japonesas y el de la Sociedad Nacional de
Matemáticas).
La novela narra la historia de un profesor de
matemáticas que, tras un accidente, ha perdido la autonomía de su memoria
excepto en lo que se refiere a las matemáticas que cultivaba en su vida
profesional. Como un moderno Sísifo, debe colocarse en su americana notas para
recordar lo que va continuamente olvidando. Su vida se cruza con dos nuevos
personajes: su asistenta y el hijo de esta, al que el
profesor llama Root “porque
su coronilla era tan plana como el signo de la raíz cuadrada”.
Root, tras el
colegio, va a casa del profesor donde espera que su madre termine el trabajo
diario. El profesor comienza a ayudar a Root en la elaboración de sus deberes
escolares y, mezclando el béisbol con las matemáticas, va consiguiendo
trasmitirles tanto al niño como a su madre el amor por las matemáticas,
planteando cuestiones que la asistenta se afana en intentar resolver, para lo
que acude incluso a las bibliotecas.
Las matemáticas son un
tema esencial en la novela, pero tienen una manera de presentarlas que para mí
que soy una nulidad total en el tema me han resultado atractivas, porque los conceptos matemáticos que se manejan están
explicados con sencillez, tal y cómo se los cuenta el profesor a su asistenta y al niño. Sin necesidad
de que el lector tenga grandes conocimientos matemáticos, la autora es capaz de transmitir la belleza de las matemáticas y de los juegos
misteriosos y a la vez maravillosos en los que se enredan los números. Se
mencionan conceptos matemáticos (números
primos, números amigos, números naturales, números imaginarios, etc.), pero
algunos de esos conceptos están explicados de una manera cordial, imaginativa y
gozosa que lleva al lector a descubrirlos o a redescubrirlos con otros ojos,
como si fueran —que lo son— una maravilla camuflada. Por ejemplo, cuando el profesor
protagonista habla de la raíz cuadrada de -1, dice que “es un número muy discreto, no se muestra en público, pero está ahí
dentro del corazón y sostiene el mundo con sus pequeñas manos”. El profesor
no solo es matemático, también es un poeta, pero no olvidemos la relación de
las matemáticas con la poesía desde Fray Luis de León, en su Oda a Francisco Salinas:
Y como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta
y entre ambos a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.
Las matemáticas son un
complemento a la verdadera historia, que es la relación de amistad forjada
entre los tres protagonistas.
La fórmula
preferida del profesor lo es también de muchos matemáticos, y es la llamada identidad de Euler, un caso especial de la fórmula que desarrolló
el matemático Leonhard Euler:, considerada una cima de belleza matemática al
integrar los números más interesantes en la disciplina, como el número e, base del crecimiento; el número π, que relaciona la
longitud de una circunferencia con su radio; y la unidad imaginaria i, que da lugar a los números complejos, todos ellos reunidos
en la fantástica relación e^(iπ) + 1 = 0. Esa relación entre las matemáticas y
la belleza, tan apreciada por los matemáticos, es una constante a lo largo de
la novela. El nudo de la historia se localiza en el momento en que la cuñada
acusa injustificada y cruelmente a la asistenta delante del niño y del
profesor. Si hay algo que el profesor no puede soportar es que alguien pueda
hacer daño o maltratar psicológicamente a un niño, por eso, incapaz de
desarrollar verbalmente su opinión o de describir con exactitud su estado
de ánimo, a punto de estallar de rabia viendo el sufrimiento que está viviendo
Root grita: “¡No, no es posible! ¡No es
tolerable herir los sentimientos de un niño”, y recurre a una defensa
infalible: escribe en un papelito su fórmula preferida, la identidad de Euler,
la pone sobre la mesa ante los ojos de su cuñada y se marcha de la habitación.
Y desde
ese día la asistenta, que había abandonado los estudios de bachillerato cuando
quedó embarazada y que solo tiene nociones básicas de matemáticas, empieza una
fascinante investigación en la biblioteca para averiguar qué había querido
decir el profesor al utilizar esa fórmula como arma dialéctica para zanjar la
discusión. ¿Qué quiso representar el profesor con dicha fórmula? Podremos
encontrar muchas interpretaciones, para mí es una forma de establecer claridad,
belleza y sosiego en un mundo en el que impera la injusticia y el maltrato,
nada mejor que ofrecer una verdad innegable e irrefutable ante la barbarie.
De estilo intimista, sencillo, un
tanto poético. Prosa bella y pausada, descriptiva pero, a la vez de lectura
fácil. Es una novela elegante y delicada. Narración fluida, una historia dulce,
tierna, sencilla, contada con mucho
cariño y delicadeza.
Un relato que inspira la ternura y la necesidad de diálogo
en un mundo complejo donde las matemáticas se presentan como
una metáfora de vida e hilo conductor que une a unos personajes que el olvido se
encarga de borrar.
En definitiva, La
fórmula preferida del profesor es una historia de amor y de
amistad, una historia de aprendizaje y de crecimiento personal, y todo ello
mediante las matemáticas. Con una prosa elegante, habitual en toda la obra de
Ogawa, consigue algo que rompe un tabú instalado desgraciadamente en nuestra
sociedad: las matemáticas pueden emocionar.
PELÍCULA
Director: Takashi Koizumi.
Guión: Takashi Koizumi (screenplay), Yoko Ogawa (novela).
País: Japón, 2006.
Duración: 117 minutos.
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