Brecht
no es un autor fácil, no nos sentimos cautivados por el drama de sus
protagonistas, ni lloramos emocionadamente ante su drama cotidiana, justamente de eso quiso escapar el dramaturgo alemán, la emoción no nos hace
críticos. Brecht quiere que su
espectador/a piense, razone, cuestione su realidad con su propia cabeza y no
con las ideas del director. Pero ya hablaremos de su método más adelante.
Tampoco
es un autor para ser leído, su obra está pensada para ser representada, obra que se interrumpe con la incorporación de recursos escénicos como anuncios o carteles que cortan la acción, canciones y música que son fundamentales en el universo dramático de Brecht y que en la lectura se pierden totalmente.
EL AUTOR
A sus veintinueve años
publicó su primera colección de poemas Devocionario doméstico y un año
más tarde alcanzó el mayor éxito teatral de la República de Weimar con La ópera de cuatro cuartos/La ópera de
los tres centavos, con música de Kurt Weill,
una obra disparatada en la que critica el orden burgués representándolo como
una sociedad de delincuentes, prostitutas, vividores y mendigos. Obra que
estuvo cargada de problemas y de cambios, una de las actrices tuvo que acudir
al lecho de muerte de su marido, otra tuvo un ataque de apendicitis, otra
estaba indignada por la obscenidad de las canciones y el nombre de Lotte fue
omitido por error en el programa lo que enfureció a su marido Weill. Lo curioso
es que ni Brecth, ni Weill la consideraban
una obra importante y la estuvieron reescribiendo hasta el último
momento. Se trata de una versión actualizada de una ópera
inglesa del siglo XVIII (The Beggar's Opera). En un principio Brecht aparece como adaptador y Elisabeth Hauptmann
como traductora, posteriormente solo aparecerá como autor Brecht y dirá incluso
que le dictó la música a Weill cosa que enfurecerá al músico. El estreno tuvo un éxito apoteósico. La ópera de cuatro cuartos plantea a
Brecht un problema grave de propiedad intelectual, Brecht no citó de quién era
la obra. Aquí surge un problema que gira en torno a la obra del dramaturgo, la
tesis de algún crítico es que Brecht explotaba a sus mujeres y que eran ellas
las que escribían sus obras, se ha comprobado que algunos de los que esgrimían
estas ideas después no han aportado argumentos fiables, pero sí que parece
cierto que los colaboradores de sus obras son patentes, pero también es cierto
que era su forma de trabajar en la que los colaboradores y la aportación de
todos los participantes mejoraba la obra escrita y se iba engrandeciendo con
las aportaciones de todos y cada uno de los participantes.
EL AUTOR
Autor sobre quien se han escrito más páginas que las
que escribió el mismo autor. Escritor excepcional con muchas facetas y cada una
de ellas explica y desarrolla las demás, dramaturgo, actor, director, poeta,
narrador, teórico… Hombre de múltiples amantes, incluso se ha señalado que sus obras no fueron
escritas por él sino que fueron sus parejas las que las escribieron, ¿Está el
genio por encima de la moral? Estos días ha salido a la luz una historia
muy desgarradora sobre Dickens, quien al parecer quiso meter a su
esposa, madre de sus diez hijos, en un manicomio para poder disfrutar sin
reparos de su joven amante, hecho muy común en la época, ¿este aspecto del
escritor inglés nos va a influir en su lectura, o debiéramos contextualizar y
ver al personaje en su época y solo a partir de su obra? ¿Tienen que ser los
escritores buenas personas?
Pero volvamos
al dramaturgo alemán quien se nos presenta a través de su vida. Nació el 10 de
febrero de 1898 en Augsburg (Alemania), de origen pequeño burgués. Su padre,
católico, era un acomodado gerente de una pequeña fábrica de papel, y su madre,
protestante, era hija de un funcionario. Seguramente por influencia de su
abuela paterna, para Brecht el libro más importante era Biblia, de la que se pueden leer
múltiples referencias en su obra, sin ir más lejos en La buena persona
de Sezuan, las referencias son múltiples. El joven Brecht era un
rebelde que jugaba al ajedrez y tocaba el laúd. Alumno superdotado, se cuenta
que casi fue expulsado de la escuela cuando tuvo que escribir una
redacción a partir de una frase de Horacio en la que el poeta latino decía: es
dulce y honroso morir por la patria…pero Brecht pensaba que era mucho
más honroso y dulce vivir por la patria y no morir por ella.
Desempeñó
su servicio militar como enfermero militar en la primera guerra mundial y
escribió su primera obra teatral, Baal, cuyo personaje principal
es un poeta y asesino. Tuvo su primer hijo a los 21 años con Paula Banholzer,
Frank, quien moriría en el frente
soviético durante la Segunda
Guerra Mundial, en
1943.
En
1920 marcha a Berlín y allí conoce a escritores, actores, cabareteros y
editores, y también conoce a la actriz de teatro y cantante de ópera, Marianne Zoff,
es internado en un hospital por malnutrición, estrena su obra En la jungla de las ciudades, se casa
con Marianne Zoff y recibe un importante premio en Múnich por Tambores en la noche, tiene su segundo
hijo con Marianne, estrena su obra Baal, conoce a la que sería su segunda esposa, Helene
Weigel y se separa de María, se casa con Helene, quien sería la
mujer que más tiempo permaneció a su lado y nace su tercer hijo, una niña. Con
26 años tenía tres hijos y tres mujeres distintas, pero eso no le preocupaba en
absoluto.
Die Dreigroschenoper |
Hasta
1933, Brecht trabajó en Berlín como autor y director de teatro. Pero en aquel
año, Hitler se hace con el poder. A comienzos de 1933, la representación de la
obra La toma de medidas fue interrumpida por la policía y los
organizadores fueron acusados de alta traición. El 28 de febrero —un día
después del incendio del Reichstag— Brecht y Helene Weigel con su familia y
amigos abandonan Alemania.
El
exilio de Brecht fue posiblemente el tiempo más duro de su vida, a pesar de lo
cual en este periodo escribe algunas de sus mayores obras y alcanza su plena
madurez con sus cuatro grandes dramas escritos entre 1937 y 1944. Encontrándose
en una situación económica difícil, tuvo que viajar primero a Dinamarca, luego
a Suecia, donde vivió durante un año en una granja cerca de Estocolmo, y
finalmente, en abril de 1940, a Helsinki.
Helene Weigel como Anna Fierling (Madre coraje) |
Durante esta época escribió La vida de Galileo. Esta pieza teatral
recrea muy libremente la biografía del científico. Brecht siempre se pronunció contra la autoridad, el
Estado y la sociedad con la justa crítica para no llegar a ser mártir de sus
propias ideas. En Suecia escribió el poderoso alegato antibélico Madre Coraje y sus hijos, en una
tentativa de demostrar que los pequeños empresarios codiciosos no vacilan en
promover devastadoras guerras para ganar dinero.
En
el verano de 1941, se trasladó en barco a California, asentándose en Santa
Mónica, cerca de Hollywood. Allí intentó escribir para la industria de
Hollywood, pero sus guiones no fueron aceptados por las grandes productoras
cinematográficas. En Estados Unidos organizó algunas representaciones
teatrales, en la mayoría de los casos en escenarios de emigrantes, pero Brecht
volvió a ser perseguido por sus ideas políticas, y el 30 de octubre de 1947 es
interrogado por el Comité de Actividades Antiamericanas, por lo que tuvo que
escapar al día siguiente otra vez a Suiza, sin esperar el estreno de su drama La
vida de Galileo en Nueva York. En Hollywood solo participó en una película:
Los verdugos también mueren (Hangmen Also Die!) es una
película estadounidense de 1943
dirigida por Fritz
Lang a partir de
un guion suyo y de Bertolt Brecht, pero ambos nunca llegaron a
entenderse.
Casa de Brecht en Berlin-Weißensee. |
En
1948 después de 15 años de exilio vuelve a Berlín A comienzos de 1949 se
trasladó con un pasaporte checo a través de Praga a Berlín
Este. En 1955,
Brecht recibió el Premio Stalin de la Paz.1 Al año siguiente, el 14 de
agosto, contrajo una inflamación del pulmón y murió de una trombosis coronaria en Berlín del Este. Él decía
que en su tumba le gustaría que apareciera el epitafio: “hizo propuestas, nosotros las aceptamos”, pero solo aparece su
nombre.
Unos
de los tópicos que más se han repetido de Brecht, son: su humor judío y su
afiliación al partido comunista. Ambas afirmaciones son inciertas, Brecht no
era judío, aunque sí su mujer, Helene Weigel y nunca se afilió al partido
comunista, hecho que le ocasionó más de un problema cuando volvió a la Alemania
democrática del este después de la guerra. Una descripción de Brecht señala que
después de la segunda guerra mundial el
dramaturgo tenía el pasaporte austriaco; el editor, en la Alemania federal; el
dinero, en Suiza y la residencia en la Alemania democrática.
Si contemplamos su faceta política, hemos de señalar
que Brecht no fue un político, fue un defensor a ultranza de la clase
trabajadora, él se vestía como un
proletario aunque nunca fue un obrero, aunque le hubiera gustado, en defensa de
la clase trabajadora fue consecuente su vida entera, una vez dijo: no tengo mis
opiniones porque estoy aquí sino que estoy aquí porque tengo mis opiniones.
Comunista no, marxista, sí; aunque luego desencantado.
Fue
tal vez un cínico, tal vez un oportunista, su genio es indudable, dedicó su vida para luchar en contra de las
desigualdades de la sociedad capitalista y supo rodearse de personas
extraordinarias cuyo talento explotó igual que explotó el suyo propio.
EL TEATRO ÉPICO
1920. Bertold Brecht, tocando la flauta, Karl Valentin tocando la tuba y Liesl Karlstadt en el Lachkeller de Múnich |
En
los años 30 del siglo 20, el artista alemán estaba madurando un concepto del
teatro que luego lo haría famoso y único. Un teatro que no quiere generar la
empatía del espectador con la trama o los protagonistas, usufructuando la
identificación emocional para trasladar al espectador de una emoción a otra.
Los estados emocionales intensos tienden a impedir que la conciencia piense con
claridad. Brecht rechaza la intención del teatro clásico griego de abrir un espacio
para la catarsis, para que el público exteriorice sus sentimientos profundos y
ocultos a través de la trama y los personajes. No quiere manipular
afectivamente al espectador para “bajarle línea”.
Brecht
siempre pretendió con sus actuaciones concienciar al espectador y hacerle
pensar, procurando distanciarle del elemento anecdótico; para ello se fijó en
los incipientes medios de comunicación de masas que la recién nacida sociología
empezaba a utilizar con fines políticos: la radio, el teatro e incluso el cine,
a través de los cuales podía llegar al público que pretendía educar. Su meta
fue alcanzar un cambio social que lograse la liberación de los medios de
producción. Ese propósito lo abordó tanto a través del ámbito intelectual como
del estético.
Brecht llamaba a esta distancia por parte del
espectador “Efecto de alienación”. Esta alienación era creada gracias a la incorporación
de recursos escénicos como anuncios o carteles que interrumpen la acción, o
bien mediante situaciones cómicas dentro de la obra, como por ejemplo la
introducción de lo musical, o la aparición de intérpretes de feria quienes
representaban alguna canción. De igual forma, otra característica importante
del teatro épico brechtiano es la preponderancia del gestus, que es una actitud
física o un gesto que representa la situación social de una época determinada y
a la cual pertenece el personaje.
Otro concepto importante
que maneja este tipo de teatro es el de la búsqueda del héroe no trágico. Ello
lleva indiscutiblemente al planteamiento de personajes humanos quienes sienten
miedo y se retractan de lo que han hecho. Siguiendo esta misma línea, resulta
necesario agregar que el teatro épico adopta un carácter episódico: “Las formas
del teatro épico corresponden a las nuevas formas técnicas, al cine y a la
radio. Está en la cumbre de la técnica. En el cine se ha impuesto ya más y más
el principio según el cual debe serle al público posible en cada momento engancharse,
y que, por tanto, hay que evitar supuestos embrollados, así como cada parte
debe poseer, junto a su valor en cuanto al conjunto, otro propio episódico”
(Walter Benjamin: 1987: 22).En este sentido, Brecht habilita la idea de recibir
el relato y la crítica durante el relato. Por último, el teatro épico alberga
la idea del podio, a partir de la cual se señala que el teatro va a estar en un
podio, y que va a ponerse en evidencia para romper con la idea de
identificación con el espectador.
Finalmente, un poco de teoría:
- El teatro épico en Entre Telones.
- El teatro épico en Almargen.
- El teatro épico en la Wikipedia.
- Reflexiones sobre el teatro épico de Brecht.
- Bertolt Brecht en epdlp.
- Teatre lliure: "Santa Juana de los mataderos".
- Apoyo Lingua: "Santa Juana de los mataderos".
POESÍA DE BERTON BRECHT
Lotte Lenya - Sings Kurt Weill and Bertolt Brecht (Not Now Music) [Full Album]
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