lunes, 11 de mayo de 2020

EDGAR ALLAN POE: CREADOR DE LA NOVELA ENIGMA

EL CREADOR DEL GÉNERO: EDGAR ALLAN POE


E

dgar Allan Poe, nació el 19 de enero de 1809 en Boston,
Estados Unidos,  y falleció en Baltimore el 7 de octubre de 1849, fue uno de los primeros practicantes del relato corto y renovador de la novela gótica, triunfando con sus cuentos de terror. Sus padres murieron cuando él era pequeño y fue educado por John Allan. En 1827 viajó a Boston y publicó su primer libro, Tamerlán y otros poemas.  Luego permaneció dos años en el ejército y en 1829 apareció su segundo libro de poemas: Al Aaraf.


Obtuvo un puesto en la Academia Militar de West Point, de la cual fue expulsado poco tiempo después por negligencia en el cumplimiento del deber.
Después de la publicación de su tercer libro de poemas, en 1832, se mudó a Baltimore y se casó con su prima, Virginia Clem. Entró como redactor en un periódico y pronto su vida se estabilizó.

VIRGINIA CLEM
Su esposa murió en 1847 por culpa de una amarga enfermedad y él agravó su tendencia al alcoholismo y al consumo de drogas. Ambas fueron, muy probablemente, la causa de su muerte, la cual es uno de los grandes misterios de la literatura.

Entre sus poemas más famosos figuran  Leonore en 1831,"El cuervo" en 1845,  Annabel Lee en 1849 y Las campanas en 1849. Su mayor producción literaria está contenida en numerosos cuentos y novelas de corte policíaco que lo llevaron a la fama.

La figura del escritor, tanto como su obra, marcó profundamente la literatura de  su país y puede decirse que de todo el mundo. Ejerció gran influencia en la literatura simbolista francesa y, a través de ésta, en el surrealismo, pero su impronta llega mucho más lejos: son deudores suyos toda la literatura de fantasmas victoriana y, en mayor o menor medida, autores tan dispares e importantes como Charles Baudelaire, Fedor Dostoyevski, Franz Kafka, H. P. Lovecraft, Ambrose Bierce, Guy de Maupassant, Thomas Mann, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, etc.

Poe hizo incursiones asimismo en campos tan dispares como la cosmología y la criptografía. Su trabajo ha sido asimilado por la cultura popular a través de la literatura, la música, tanto moderna como clásica, el cine (por ejemplo, las muchas adaptaciones de sus relatos realizadas por el director estadounidense Roger Corman), el cómic, la pintura (varias obras de Gustave Doré, v. gr.) y la televisión (cientos de adaptaciones, como las españolas para la serie Historias para no dormir)


Poe, creador del detective
 Los antecedentes más cercanos de la novela policiaca los encontramos norteamericano Edgar Allan Poe, quien sentó los cimientos del género policial clásico –o novela problema-. Como dice Jorge Luis Borges: “Hablar del relato policial es hablar de Edgar Allan Poe, que inventó el género”(1). Escribió tres relatos policiales Los crímenes de la calle Morgue, La carta robada y El misterio de Marie Roge. Estamos ante un género que nace ligado a la narración breve o al cuento y no a la novela. 
Poe creó el personaje de Dupin, investigador, un razonador lógico, inteligente, infalible, que se vale de toda la información que le llega sin mayor esfuerzo y la analiza desde su apacible residencia. Utiliza sólo la razón y la ciencia, sin necesitar de los grandes medios de la policía para la resolución de los casos. El recinto cerrado y el detective analítico pasarán a formar parte de los posteriores relatos. El mundo que aparece es el de las clases altas y las mansiones lujosas. El comienzo de Los crímenes de la calle Morgue resulta revelador:

Las condiciones mentales que suelen considerase como analíticas, son en sí mismas, poco susceptibles de análisis. Las consideramos tan sólo por sus efectos. De ellas sabemos, entre otras cosas, que son siempre, para el que las posee, cuando se poseen en grado extraordinario. Del mismo modo que el hombre fuerte disfruta con su habilidad física, deleitándose en ciertos ejercicios que ponen sus músculos en acción, el analista goza con esa actividad intelectual que se ejerce en el hecho de desentrañar. Consigue satisfacción hasta de las más triviales ocupaciones que ponen en juego su talento. Se desvive por los enigmas, acertijos y jeroglíficos, y en cada una de las soluciones muestra un sentido de agudeza que parece al vulgo una penetración sobrenatural(2).”
 1) Jorge Luis Borges, Obras Completas, Vol. IV, Buenos Aires, Emecé, 1996. p. 189.
 (2) Edgar Allan Poe, Historias Extraordinarias. Poemas, Traducción, selección y prólogo de Diego Navarro, Plaza y Janés, Barcelona, 1973, p. 75.

Los crímenes de la calle Morgue, 1841



La historia narrada en este relato gira en torno al brutal asesinato de Madame l´´Espanaye y su hija Mademoiselle Camilla, un crimen cometido en un piso ubicado en la rue Morgue, una frecuentada calle parisina. En un principio, las investigaciones policiales parecen fracasar, aún cuando las personas que prestaron su testimonio intentaron aportar pistas de interés para esclarecer este macabro episodio que, como era de esperarse, no tardó en convertirse en noticia.
Sin embargo, el panorama desalentador cambia de rumbo una vez que Monsieur C. Auguste Dupin, un detective aficionado, comienza a buscar indicios y a relacionar datos con el fin de develar este misterio,  es así como, con ingenio y sagacidad, llega a ofrecer una extraordinaria explicación que, finalmente, demuestra que el el responsable de los crímenes no puede ser, bajo ninguna circunstancia, un humano.
Auguste Dupin, realizando una inteligente maniobra, en una ilustración de The Purloined Letter (1844).
Cabe destacar que, antes de pasar a contar la trama de “Los crímenes de la calle Morgue”, Poe dedica varios párrafos a aquellas facultades mentales que suelen considerarse como analíticas y, a partir de entonces, comienza a narrar en primera persona, el primer encuentro en París con Dupin, a quien describe como un joven perteneciente a una ilustre familia que, por diversos motivos, se había sumido en la pobreza.






El misterio de Marie Rogêt, 1842, 1843 



El misterio de Marie Rogêt  publicado por primera vez en la revista Ladies' Companion en tres episodios: noviembre y diciembre de 1842, y febrero de 1843.
Es la segunda narración en la que aparece el detective Auguste Dupin. Está basado en la tragedia real de Mary Cecilia Rogers sucedida en Nueva York. En el relato la asesinada cambia su nombre al de Marie Roget y Poe convierte Nueva York en París. Mary Rogers era una atractiva vendedora de cigarrillos y su crimen nunca fue resuelto del todo, en el caso de Marie Roget, el personaje "ficticio", se sugiere que el asesino era un marinero desechándose asimismo la especulación de la policía respecto de que Marie fuera víctima de una pandilla; sin embargo, el mismo Poe evita anunciar que acaso haya resuelto el caso de la vida real aunque algunos contemporáneos suyos vieron en el relato precisamente ello, un intento de mayor notoriedad por parte del escritor norteamericano al buscar dar solución al crímen de Mary Rogers.

El escarabajo de oro, 1843

 El escarabajo de oro  publicado por primera vez en junio de 1843, en el Philadelphia Dollar Newspaper.  Su lenguaje es sencillo pero con muchas alusiones a obras de otros autores, a citas de autoridad, y un criptograma.

La carta robada, 1844

 La carta robada  publicado por primera vez en diciembre de 1844 en The Gift. Más tarde se reprodujo en numerosos periódicos y revistas.
Es la última de las tres historias protagonizadas por el detective Auguste Dupin. La trama consiste en que se ha perdido una carta que puede perjudicar a su dueño, a quien iba dirigida, si cae en malas manos. El prefecto de la policía parisiense, al ver que no puede resolver el misterio, decide pedir ayuda a Dupin, pues sabe quién la ha robado pero no dónde la ha escondido el audaz ladrón.



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