lunes, 10 de octubre de 2016

LIONEL ASBO, MARTIN AMIS

Foto © Maria Teresa Slanzi



Martin Amis (1949) estudió en Oxford y colabora en revistas literarias y de carácter general. Es hijo del también escritor Kingsley Amis. Debutó brillantemente como novelista con El libro de Rachel, galardonada en 1973 con el Premio Somerset Maugham, publicada en España por Anagrama, al igual que Dinero, Campos de Londres, La flecha del tiempo, La información, Tren nocturno, Niños muertos, Perro callejero, La Casa de los Encuentros, La viuda embarazada y Lionel Asbo. El estado de Inglaterra, los relatos deMar gruesa, los ensayos de Visitando a Mrs. Nabokov, La guerra contra el cliché y El segundo avión y los libros de carácter autobiográfico Experiencia y Koba el Temible, que le consagraron como uno de los escritores más aclamados, nacional e internacionalmente, de su generación.

 Fuente: Anagrama


Página del autor:
Noticias de Martin Amis en el País
Anagrama:




ISBN
978-84-339-7880-6
EAN
9788433978806
PVP SIN IVA
19,13 €
PVP CON IVA
19,90 €
NÚM. DE PÁGINAS
360
COLECCIÓN
CÓDIGO
PN 850
TRADUCCIÓN
Jesús Zulaika








La novela fue publicada en castellano en 1914.  El subtítulo, El estado de Inglaterra, responde a la intención de hacer extensivo su ácido análisis a la totalidad del país, cosa que, inevitablemente levantó ampollas, en el momento de su publicación despertó reacciones de signo muy encontrado por razones no necesariamente de orden literario. No a todo el mundo le gusta que se aireen con tanto desenfado las lacras de una nación que Amis no se cansa de decir que hace mucho que entró en un declive irreversible. Divertida, de una potencia narrativa y una capacidad de invención lingüística a la altura de los mejores momentos de su trayectoria, la novela número 13 de Martin Amis hunde sus raíces en una tradición dickensiana que conjuga una sagaz capacidad de observación con un humor y una ferocidad satírica en deuda directa con el mismísimo Swift.
El inicio de la novela ya es una declaración de intenciones:
Querida Jennaveive:
Estoy teniendo una aventura con una mujer mayor. Es una dama de cierta sofisticación, lo cual supone un cambio con respecto a las quinceañeras que conozco…El sexo es fantástico y creo que estoy enamorado. Pero hay una complicación grave y es la siguiente; ¡es mi abuela!
Más adelante:
Su hijo, Lionel, es mi tío y cuando no está en la cárcel es como un padre para mí. Tenga en cuenta que es un criminal terriblemente violento y si descubre que me estoy acostando con su madre me mata. Joder. ¡Literalmente!

No hay concesiones ya sabemos que vamos a entrar en un mundo violento, depravado e hiperbólico. El inicio es pura provocación y  mordacidad, y en esa línea seguirá la novela.  El personaje que escribe la misiva es Desmond Pepperdine es un quinceañero, un adolescente sensible, amante de la lectura, que aspira a enamorarse de una mujer cariñosa y real en lugar de fantasear con tías buenas en webs porno. El chico está decidido a dejar atrás esa barriada inmunda por medio de la educación.  Su objeto de deseo es su abuela Grace, quien tiene 39 años,  se había quedado embarazada con doce años, tiene cinco hijos de padres distintos y a todos les puso el nombre de alguno de los Beatles. Nos vamos enterando de que el abuso al que somete a su miedo es la consecuencia de la prohibición que cae sobre ella, su tierno hijo Lionel le tiene prohibido mantener relaciones con hombres porque según él ya está mayor, así ella se esconde en relaciones pedófilas para escapar de la persecución de su hijo.
Y ya ha entrado en escena Lionel Asbo, el personaje de quien lleva título la novela, tengo que decir que uno de los personajes literarios más odiosos y antipáticos que conozco, Lionel  Asbo es una mala bestia, un delincuente que suda mucho, incluso sin actividad física, bebe cerveza Cobra, y se parece a Rooney, el delantero de Manchester United.  Tiene dos perros, son dos pitbulls educados a las psicopatía y les da cerveza y tabasco. Es un ser sin moral, ni remordimientos que te pega una paliza por el simple hecho de tener una cara que no le gusta, un delincuente de tres al cuarto que se gana la vida revendiendo objetos robados, extorsionando y dando palizas por encargo. Entra y sale de la cárcel y para él es el mejor lugar donde uno puede encontrarse. Cambió su apellido, Pepperdine, por Asbo que es un acrónimo de “Anti Social Behavior Order”, recordemos lo aficionado que es en crear estos acrósticos: DIFL, MIFL…
Con este personaje vive Des y le hace de padre al morir su madre, más bien tendríamos que señalar que es un antipadre, lo educa y le da  valiosas lecciones: desde instruirlo en las delicias del porno por Internet a explicarle cómo alimentar a sus dos pitbulls con una dieta a base de Tabasco. Cuando  Des está escribiendo un poema (La reina de las hadas), Lionel le dice:
 ¿La qué? A veces pienso que no tienes remedio, Des. ¿Por qué no estás rompiendo cristales de ventanas? Eso no es sano”. 
 
En eso nos recuerda a Dickens, el joven muchacho en un ambiente hostil y dependiendo de un ser depravado. La relación entre Des y Lionel es puro Oliver Twist, muchas de las calles que aparecen en Diston tienen reminiscencia del autor de Grandes esperanzas: Steep Slope, Blimber Road, Squeers Free, Cuttle Canal, Stung Meanchey, Jupes Lanes y un largo etcétera…pero en la reelaboración de Amis ¿Estamos ante un homenaje a Dickens o ante una parodia sangrante? 
Y entonces ocurre lo inesperado, a Lionel le toca la lotería, que por cierto le había rellenado Des, él está pasando una temporada en la cárcel  después de la que se lio en la boda de su “amigo” y su “amor imposible” Gina,  (esta palabra no concuerda con el mundo Asbo), Amis no se está con tonterías y los excesos forman parte importante de esta novela. Por otra parte parece ser que los que más juegan son los delincuentes, y aquí tenemos a nuestro “ser sensible” convertido de la noche a la mañana en un millonario, al leer estas páginas me vinieron a la mente esas imágenes de ricachones millonarios bañándose en Moët & Chandon, entre rubias recarchutadas y músculo descerebrado. En su caso el dinero no lo corromperá porque ya está totalmente corrompido y tampoco parece preocuparle demasiado, Lionel ya se cree el rey de su universo. Pero al ganar los catorce millones de libras esterlinas en la lotería se convertirá en una celebridad nacional. “Supongo que esto prueba que Dios tiene sentido del humor”, dicen antes de liberarlo. Después de algunas exploraciones, Lionel se instala de manera casi permanente en el South Central Hotel, “con el grueso de su clientela integrado por ricos y famosos; y ninguno de ellos había llegado a serlo merced a un logro del espíritu. Lionel, al fin, había dado con sus pares”
La novela da un giro, y tiene una nueva crítica y una nueva lectura, ahora Amis se lanza hacia el mundo de la prensa sensacionalista de su país.  Y aparece la crítica a una sociedad que rinde culto al dinero y  a la fama en estado bruto, como valor absoluto, total y devastador. La fama, antes, tenía que ver con el talento y el trabajo, con algún tipo de «justicia» compensatoria, venida de la fuerza, del tesón de los sueños y del esfuerzo. Ahora cualquiera puede ser un héroe y convertirse en lo que nuestros jóvenes se quieren convertir, como es  el caso de este arrogante analfabeto, este canalla y bravucón representante del lumpen proletariado suburbial londinense, Lionel Asbo, protagonista de la novela, tiene  un profundo rencor de clase que explota en cualquier momento. La diferencia que Amis contempla en estas bárbaras y desreguladas primeras décadas del siglo, y en concreto en el Londres multicultural, violento y sin ideales de su novela, es que el actual fulgor omnipotente del dinero ha acabado rompiendo el techo impenetrable de las antaño férreas castas tradicionales y además con su descerebrada cabeza se convierte en un exitoso financiero que duplica el valor de su fortuna, pero que es infeliz y que se resguarda en su antiguo piso, moraleja “ el dinero no da la felicidad”. El propio autor explicó que también quería explorar ese de la sociedad inglesa contemporánea, la forma de convertir sin razón aparente a personas corrientes en celebridades. Así ocurre con Lionel Asbo, a quien la prensa sensacionalista eleva, gracias a su dinero y al noviazgo con una modelo, Threnody, a la condición de famoso. La sociedad inglesa, según Amis, ha perdido su norte, sustituyendo los valores que determinaban el mérito personal, la honradez o el trabajo, por el renombre otorgado por la riqueza.
 
Duplica, en una loca espiral de excesos y desenfreno, sus escándalos, su ejército de guardaespaldas, los kilos de caviar deglutido y las venganzas en cadena dirigidas a oscuras sombras de su pasado que un día le hicieron daño o le «faltaron» al respeto en algo. Ahí estaría su antigua novia, la exuberante Gina, que le abandonó por su primo, o esa legión de «pijas» maduras y viciosas que ahora se le acercan y de las que dispone a su antojo, en siniestras ceremonias de sadomaso.
 
Pero he de señalar que esta segunda parte en ocasiones me parecía excesiva Lionel Asbo. El estado de Inglaterra es una novela con altibajos. No tanto por su calidad literaria, como por ciertos momentos puntuales del argumento en los que uno se pierde. Y no porque sea complicado, sino porque a veces no sabemos realmente hacia dónde nos lleva y qué nos quiere mostrar el autor. ¿Nos está diciendo que vivimos en una sociedad que no aprende de sus errores? ¿O tal vez que vivimos en un mundo cuya moral está corrompida en todos los estratos y que se utiliza cualquier medio para conseguir el éxito? ¿O nos está diciendo que cualquiera, incluso el más bestia, puede tener un día de suerte y hacer que su vida cambie… o no? Es difícil saberlo. Quizás sea un poco de todo lo anterior. Lo que está claro es que esta es una novela que no deja indiferente.
El mismo autor comentó, en una entrevista en el diario El País, que lo que ha conseguido con este libro es crear un monstruo masculino. Y le damos la razón. Lionel Asbo es un compendio de brutalidad, pocas luces y muy malas ideas que deambula por la novela demostrando estar perdido fuera de su elemento. Es un ser con una capacidad de herir a los demás, de utilizarlos a su antojo y de crear batallas campales en el lugar menos indicado, que sorprende que en algún momento no esté entre rejas.
La prosa de Amis suele ser clara en términos de lenguaje, pero en Lionel Asbo, además, resulta divertida la manera en que el narrador subraya todas las deficiencias del protagonista analfabeto, así como la emulación del propio discurso de Lionel, quien siempre incurre en alguna confusión de términos o en otra y tiene un estereotípico acento cockney. Muchas de las bromas tienen relación directa con los juegos de palabras y los dobles sentidos, y aunque en la traducción al español que presenta Anagrama muchas se pierden, la obra no resulta menos efectiva. Después de todo, que Amis y su novela sean tan irreverentes no sólo entretiene e intriga, sino que también resalta ciertos aspectos culturales que, para bien o para mal, podrían estar relacionados con ese mismo morbo del que la novela depende y con el que prueba sus argumentos.
 Y ¿Quién ha dejado entrar los perros? ¿Quién? Quién?


This Is England es una película británica de 2006 escrita y dirigida por Shane Meadows,