sábado, 11 de septiembre de 2021

AMERICANAH. CHIMAMANDA NGOZI ADICHIE

Chimamanda Ngozi Adichie.Oliver Contreras

CHIMAMANDA NGOZI ADICHIE (Nigeria, 1977) escribió sus primeros cuentos a los 7 años. A los 26 publicó su primera novela, La flor púrpura, que, al igual que la segunda, Medio sol amarillo, se desarrollaba en su Nigeria natal. Por ambas, la escritora recibió múltiples galardones y reconocimientos internacionales, aunque el más prestigioso —el National Book Critics Circle Award— llegó en 2013 con Americanah (toda su obra está editada por Literatura Random House).

Adichie se crio en un campus nigeriano. Su padre era profesor y su madre secretaria de admisiones. A los 19 años, puso rumbo a Estados Unidos para continuar sus estudios universitarios en Filadelfia y de esa experiencia surgiría Americanah, que transcurre entre los dos países —el natal y el de adopción— en los que todavía hoy reparte su vida: pasa unas temporadas en Lagos; otras, en Columbia (Maryland). Su tercera novela constituyó un punto de inflexión en su escritura. En ella se tomó la libertad de romper con los límites del género, hablar de la raza, el racismo y la migración en Estados Unidos, de los problemas de la identidad en un contexto de desarraigo.

La fama que precede a Adichie no se debe solo a su literatura, sino a dos populares charlas TED. Tituló la primera El peligro de una buena historia (2009), que suma millones de visionados, y en la que alertaba sobre los estereotipos. Cuando llegó a Estados Unidos, su compañera de habitación en la residencia universitaria le preguntó dónde había aprendido a hablar tan bien inglés —es una lengua oficial en Nigeria, le aclaró—, se quedó muy decepcionada cuando al interesarse por la música tribal que escuchaba, ella le confesó que le encantaba Mariah Carey, y dio por sentado que nunca había utilizado una estufa. Adichie no daba crédito. Pero tras unos meses en el país entendió que esa era la única historia que los estadounidenses escuchaban sobre África: el continente equivalía a majestuosos paisajes y hermosos animales, pueblos envueltos en guerras eternas, hambre, miseria y sida. Su historia sobre África estaba llena de estereotipos. Y no es que los estereotipos sean falsos, defiende. Tan solo incompletos.

En 2012 repitió con Todos deberíamos ser feministas, que tuvo incluso más éxito que la anterior. La charla, sobre feminismo y discriminación sexual, atrajo a Beyoncé, que utilizó parte del texto para una de las canciones de su álbum Lemonade. Dior despachó camisetas con el reivindicativo lema. Convertida en libro, la conferencia fue un éxito de ventas en varios idiomas. Recientemente, ha publicado una secuela: Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo, un libro-carta dirigido a una amiga que le preguntaba cómo inculcar en su hija los valores feministas.

Publicaciones[editar]

  • For Love of Biafra (drama, 1998).
  • Decisions (poesía, 1998).
  • You in America (2001).
  • La flor púrpura (Purple Hibiscus, 2003). Barcelona: Grijalbo, 2004 (Barcelona: Debolsillo, 2005).
  • Medio sol amarillo (Half of a Yellow Sun, 2006). Barcelona: Mondadori, 2007.
  • Algo alrededor de tu cuello (The Thing Around Your Neck, 2009). Barcelona: Mondadori, 2010.
  • Americanah (2013). Barcelona: Literatura Random House, 2014. Traducción de Carlos Milla Soler.
  • Todos deberíamos ser feministas (We Should All Be Feminist). Barcelona: Literatura Random House, 2015.
  • Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo. Barcelona: Literatura Random House, marzo de 2017.



Algunas de sus exposiciones fueron vistas por millones de personas, como su conferencia titulada “El peligro de una sola historia”.


Americanah

Chimamanda Ngozi Adichie

 Ficha:

  • Título original:  Americanah (2013)
  • Idioma: Original: Inglés
  • Traducción al castellano: Random House Mondadori, S.A. (2014)
  • Traductor: Carlos Milla Soler
  • Imagen de portada:  Fotografía de Jon Michael-Moses
  • Nº páginas: 603
  • Premios del libro:
    • Ganadora del 2013 National Book Critics Circle Award for Fiction
    • Ganadora del The Chicago Tribune 2013 Heartland Prize for Fiction
    • Uno de los 10 mejores libros de 2013 para The New York Times
    • An NPR “Great Reads” Book, a Washington Post Notable Book, a Seattle Times Best Book, an Entertainment Weekly Top Fiction Book, a Newsday Top 10 Book, and a Goodreads Best of the Year pick.


RESUMEN: La acción comienza en Lagos, a mediados de los años 90. Mientras el país languidece, gobernado por una dictadura militar, la adolescente Ifemelu se enamora de Obinze. Ambos están convencidos de que deben emigrar a un sitio donde tengan algún futuro, por lo que finalmente ella se traslada a Estados Unidos, tras conseguir un visado que le permite reunirse con su tía, en Nueva York.

Vista de una calle de Lagos.















GOGLE MAPS: LAGOS.

Mientras que Obinze trata de sortear las trabas burocráticas para reunirse con su amada, y acaba en Londres en la clandestinidad, Ifemelu acaba desencantada por la realidad de su país de acogida, que no es ni de lejos como esperaba, y donde aún prevalece cierta discriminación racial. A pesar de todo, tratará de triunfar en el ámbito profesional.

El título, "Americanah", hace referencia al término con el que los nigerianos se refieren despectivamente a los que regresan dándose aires de superioridad de los Estados Unidos. Por su parte, la autora, que sigue viviendo entre ambos países, se ha hecho más universal, por lo que mientras que sus dos novelas anteriores transcurrían en Nigeria, aquí sitúa la acción no sólo allí, sino también en localizaciones geográficas de Europa y América.

 “La palabra “americanah”, envuelta en jolgorio, la cuarta silaba prolongada, y por recuerdo de Bisi, una chica del curso por debajo a ellas que había regresado de un corto viaje a EEUU con peculiares afectaciones, fingiendo que ya no entendía el yoruba, añadiendo una erre arrastrada a cada palabra que pronunciaba en inglés”.

 Nos encontramos ante un libro complejo, lleno de matices y de sugerencias, desde los colores de la Nigeria natal, el frío londinense o las calles de  Nueva York, Filadelfia, o Baltimore… la autora Chimimanda, quien forma parte de una nueva generación de escritores de la llamada literatura multicultural reflexiona sobre la raza, la negritud, la clase, el desarraigo y ser mujer. Además de explicarnos los problemas que supone el tener un pelo afro y las maneras y forma de sus cuidados.

La escritura ágil y contundente se despliega en pasajes cortos donde la autora combina prosa, diálogos y entradas de blog, un libro largo que se lee de forma ágil.

La novela nos presenta la historia de dos adolescentes: Obinze e Ifimelu, dos jóvenes criados en Nigeria, bajo el gobierno militar, en un estado de constante desorganización y alarma. Ambos pertenecen a  la clase media, el padre de ella ha perdido el trabajo pero sobrevive con ayuda de su familia y él es hijo de una profesora universitaria y liberal que mantiene muy buena relación con Ifimelu, por tanto,  no viven en la miseria, incluso estudian en la universidad, pero sienten que más tarde o más temprano se verán obligados a emigrar en buscar de un mundo mejor, con la idea preconcebida de que todo lo anglosajón es mejor. Obinze  está fascinado por Estados Unidos, pero en cambio es ella quien emigra a Filadelfia para seguir sus estudios, dejando atrás a su gran amor, Obinze, quien espera reunirse con ella lo antes posible. Sin embargo, el proyecto de la joven pareja no llega a concretarse. Mientras Ifemelu va adaptándose, no sin peripecias, a la sociedad norteamericana, Obinze termina instalándose en Londres. A partir de ahí, el hilo conductor de la novela serán los vínculos que, a pesar del tiempo y la distancia, siguen uniendo a los dos nigerianos.  

 La estructura de la novela no es lineal, combina temporalidades distintas que funcionan como un juego de espejos donde el lector ve reflejadas escenas del pasado de los protagonistas que le permiten entender mejor las acciones del presente. La historia se inicia en el momento en el que nuestra protagonista después de quince años en Estados Unidos decide regresar a su país, y en un acto puramente simbólico se plantea que quiere llegar con su cabello peinado en trenzas, así que acude a una peluquería y mientras le trenzan el cabello, tarea que dura unas horas, ya que es un trabajo largo y lento va recordando su infancia en Lagos, su historia de amor con Obize, su llegada a Estados Unidos y vivencias, a la vez que se van intercalando sus reflexiones sobre el ser emigrante y negro en una sociedad racista y segregadora. Por otro lado, también se nos explica las peripecias de Obize, quien aunque era un apasionado de los Estados Unidos tuvo que emigrar a Londres y allí también se encuentra con los problemas de ser un emigrante nigeriano en Europa y sentir la humillación de la deportación a su país. En la última parte Ifimelu vuelve a Lagos y se produce el reencuentro con Obize.

 La historia de amores y desencuentros entre la joven pareja sirve de fondo para toda una reflexión sobre el tema principal de la novela: la raza, o mejor dicho la percepción que de dicha raza se tiene en Norteamérica y cómo la diferencia étnica conlleva un trato desigual, la frase:

 “Yo vengo de un país donde la raza no era motivo de conflicto, no pensaba en mí como negra, y me convertí en negra cuando llegué a Estados Unidos”

 Refleja perfectamente lo señalado. En Estados Unidos, Ifemelu comienza a notar las diferencias que existen entre el concepto de raza que conocía en Nigeria y el que existe en Estados Unidos, consecuencia de un mundo postcolonialista y de una lenta progresión de derechos civiles, además de otros factores sociales completamente diferentes a los del mundo en el que ella había crecido. Descubre que es negra y cómo el racismo es estructural en la sociedad norteamericana. También cabría señalar sus reflexiones sobre  la relación entre raza y clase establecida por los blancos. El blanco, aunque sea pobre siempre se concibe por encima socialmente por encima del negro, anécdotas como la del bibliotecario confundido  con un traficante de drogas (hecho ocurrido más de una vez en nuestro país), lo ratifican, salvo que consigan fama, así afirma con cierta ironía:

“Si gana [Obama], dejará de ser negro, igual que Oprah ya no es negra, es Oprah”.

 Hace una crítica feroz a los prejuicios de la cultura estadounidense: el trato condescendiente por una solidaridad mal entendida, la exclusión social de los extranjeros no blancos, la ignorancia de la realidad de Nigeria y de África. A un cierto estancamiento cultural americano se opone la vitalidad nigeriana encarnada en sus personajes principales.

 Así en su bloc podemos leer:

 “En EEUU existe el racismo pero han desaparecido todos los racistas. Los racistas son cosa del pasado. Los racistas son los blancos malévolos de labios finos que salen en las películas sobre los tiempos de los derechos civiles. He aquí la cuestión: la manifestación del racismo ha cambiado, pero el lenguaje no. Por consiguiente, si no has linchado a alguien, no se te puede tachar de racista. O tal vez simplemente ha llegado el momento de descartar la palabra “racista”. Buscar algo nuevo. Como Síndrome del Trastorno Racial. Y podrían definirse distintas categorías para quienes padecen ese síndrome: leve, medio y agudo”.

 “Para ti, la raza en realidad no existe porque nunca ha sido una barrera. Los negros no tienen esa opción. Un negro en una calle de Nueva York no quiere pensar en la raza, hasta que intenta parar un taxi, y no quiere pensar en la raza cuando va al volante te su Mercedes por debajo del límite de velocidad, hasta que un poli le da el alto”.

 Y vuelve a casa. Y deja de “ser” negra.

“Tengo la sensación de que dejé de ser negra nada más apearme del avión en Lagos”.


  Ifumelu debe construir su identidad de mujer adulta en un entorno que la empuja a adaptarse, pero ella no quiere perder sus orígenes y hablar claro sin perder su acento. Su evolución se simboliza con el pelo. El cabello ocupa un papel central en la obra de Chimamanda Ngozi Adichie y funciona como una metáfora de la racialización de las mujeres afro. Ella no es solo es una “negra” en un mundo occidental, es una “mujer negra” en un universo en el que todas las referencias de belleza son de estereotipos blancos. La novela explora tanto las diferencias de género, como la arista raza y género. A medida que toma consciencia de su condición de mujer racializada, la reflexión sobre la cabellera de las mujeres afro toma un perfil cada vez más político. Ifemelu ve el desprecio del pelo crespo y la imposibilidad para las mujeres afro de dejarse el cabello natural. Imponerse lisados y otras operaciones largas y costosas al cabello son formas de disciplinamiento del cuerpo femenino que la protagonista va cuestionando. Así por ejemplo, en una entrada de su blog, hace un llamamiento a Michelle Obama y Beyoncé para que se muestren públicamente con sus cabellos crespos y abrir así la posibilidad de emancipación de las mujeres afro. Ifemelu piensa que si Michelle Obama no se alisara el pelo, su marido nunca hubiera ganado las elecciones. Estados Unidos podía estar preparado para un presidente African American pero no para una first lady con afro. Y este tema lo trata con inteligencia e ironía.

Michelle graduada en Princeton en 1985

Imagen de: Hair Style Live

En este enlace de TIME se puede ver cómo ha cambiado el pelo de Michelle

 “¿Os habéis fijado alguna vez en cómo aparecen las mujeres negras en los programas de belleza en la televisión? En la foto fea de “antes” la negra sale con su pelo natural (áspero, acaracolado, crespo o muy rizado), y en la foto bonita de “después”, alguien ha cogido un metal caliente y le ha alisado el pelo a fuerza de chamuscárselo. Algunas mujeres negras, NE* y NNE*, preferirían correr desnudas por la calle antes que mostrarse en público con su cabello natural”. *NE = negro estadunidense, NNE= negro no estadunidense

Si comentamos los personajes que pueblan la novela, cabría señalar que son muchos y variopintos, desde los protagonistas, hasta los amigos los padres de cada uno de ellos… Amichi hace un estudio sincero de cada uno de ellos y como se adaptan a sus circunstacias, claro ejemplo de ello es la tía de Ifimelu. Y respecto a la protagonista, Ifemelu,  es un personaje lleno de matices, con atributos y defectos, y que está lejos de ser perfecta, pero que vive su vida entendiendo que esa falibilidad es parte de su carácter y parte de su humanidad, y la narrativa respalda esa visión. No hay una idealización de personaje, es inteligente, brillante, pero también cínica y egoísta.

Mientras que la mirada de Chimamanda Ngozi Adichie sobre los Estados Unidos es cáustica y perspicaz, la de su país de origen y sus élites parece mucho más indulgente y menos crítica. La obra hace abstracción de las tensiones sociales en Nigeria. La generación de Ifemelu y Obinze no se cuestiona por el impacto de la globalización en una ciudad como Lagos que pasó de 4 a 23 millones de habitantes entre 1980 y 2015. Americanah se concentra únicamente en las clases medias exitosas de un país emergente que no conocen ni la pobreza ni el racismo en su propio país. El lector puede entonces sentir una leve frustración al no encontrar matices ni imperfecciones en la representación nigeriana. Esta carencia no le quita sin embargo interés a esta novela tan original.

El éxito de Americanah deriva de la multiplicidad de los temas tratados y de los niveles de lectura propuestos por su autora. De manera global, la novela adopta un corte formal que sigue las convenciones del género. Paralelamente integra otro nivel, más libre y ligero, que moviliza de manera acertada el humor, así como la escritura ágil y refrescante de los diálogos y las entradas de blog. Es además una gran novela de amor de tiempos de la globalización y de las identidades plurales, que nos deja una visión optimista de la realidad africana, lo cual no es muy frecuente.


 LITERATURA NIGERIANA.

HBO Max cancela la serie 'Americanah' de Lupita Nyong'o y ...


Fuentes:

http://www.devoradoradelibros.com/search?q=americanah

http://antesdeeva.com/americanah-una-novela-de-realidades-de-clase-genero-y-raza/

Viajando con libros: "Americanah" de Chimamanda Ngozi Adichie (mochileandoporelmundo.com)

https://lascriticas.com/index.php/2016/12/01/americanah-chimamanda-gnozi-adichie/

🔻Una de sus novelas anteriores, Medio sol amarillo, fue llevada al cine en 2013.




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